El gobierno argentino acusó este miércoles a los manifestantes que protestaban contra la ‘Ley de Bases’ en las inmediaciones del Congreso de intentar «perpetrar un golpe de Estado», según se lee en un comunicado publicado en X por la oficina del presidente Javier Milei.
En el texto, el organismo felicitó «a las Fuerzas de Seguridad por su excelente accionar reprimiendo» a los ciudadanos –que tachó de «grupos terroristas»– que manifestaron su disidencia contra la política oficial.
Según esta versión, los participantes de la protesta «intentaron perpetrar un golpe de Estado», al atentar «con palos, piedras e incluso con granadas (…) contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación Argentina».
Contingentes de la Policía y otros cuerpos de seguridad reprimieron a los participantes de la protesta antigubernamental con gas pimienta, cañones de agua y balas de goma (perdigones), al tiempo que establecieron un cerco en las inmediaciones del Palacio Legislativo, en interés de impedir la circulación de personas y vehículos por la zona.