Los resultados de las elecciones para elegir el nuevo parlamento de la Unión Europea generaron diversas reacciones no solo en el Viejo Continente, sino al otro lado del Atlántico, en el que calificaron como un retroceso la victoria de la presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo (PPE), la alemana Ursula von der Leyen, que obtuvo más de 180 de los 720 escaños de la Eurocámara.
Una de ellas fue la del presidente colombiano Gustavo Petro, que en sus redes sociales no ocultó su desazón por los resultados de los comicios, en el que los partidos de ultraderecha marcaron la diferencia.
Toda vez que los movimientos socialistas, de izquierda y verdes solo suman el 31% de los escaños; lo que llevó al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la disolución de la Asamblea Nacional (Congreso).
“La extrema derecha gana Europa. El siglo de las luces se apaga: es lo que llamo el 1933 global; la riqueza distribuida por el estado del bienestar ha anestesiado a los pueblos europeos y como en el pasado, reaccionan contra los éxodos que ellos mismos han provocado con sus guerras de conquista, convocando a los Nazis”, afirmó Petro en su mensaje, en el que citó a una de sus seguidoras.
Y es que, según el primer mandatario, esta es una clara muestra de que Europa ya no es el “faro de la democracia”, pues calificó estos resultados como el desenlace del “fascismo en el poder” de potencias económicas y sociales que hoy están en serio riesgo. Su comparación generó duros comentarios entre quienes, además de calificarla de alarmista, cuestionaron su afán de relacionarla con esquemas dictatoriales.
“Reaccionan contra los pobres para defender la riqueza y el poder. No se han dado cuenta del ascenso del fascismo al poder. El faro de la democracia está, ahora, en América Latina”, agregó Petro en su mensaje. La jornada no solo generó un terremoto político en suelo galo, sino que, para el Gobierno alemán, y un duro golpe para su titular, el canciller Olaf Scholz, cuyo Gobierno también es de corte progresista.
Gustavo Petro, de cal y arena
Tal parece que los últimos hechos a nivel político en la escena internacional no han sido del todo favorables para Petro, a excepción de la escogencia de Claudia Sheinbaum, electa como presidenta de México. El gobernante colombiano venía de revés en revés, pues los candidatos que ha apoyado en las últimas contiendas a nivel internacional no han obtenido el triunfo, en su sueño de una Latinoamérica progresista.
En Argentina, el triunfo del libertario Javier Milei generó una dura reacción en Petro, que lanzó un mensaje que causó controversia por la forma en que se refirió a la decisión del pueblo del país del sur. Y en Ecuador sus fichas estaban con la correísta Luisa González, pero la victoria fue de Daniel Noboa; mientras que en Perú el mandato de Pedro Castillo tuvo un final abrupto y la que gobierna es Dina Boluarte.
Con todo y ello, el triunfo de Sheinbaum, cercana al actual jefe de Estado Andrés Manuel López Obrador, fue celebrado por el mandatario, que incluso le agradeció por su apoyo al grupo armado M-19, del que hizo parte. Pero en esta ocasión, una vez, más, Petro y su corriente política sufrieron un descalabro en territorio europeo, pues serán los movimientos de derecha los que sean mayoría en la UE.
“Claudia ayudó en los tiempos de la clandestinidad al M19 en México. Desde muy joven ha sido una gran luchadora social. Una mujer de la izquierda dirigiendo una de las naciones más grandes del mundo”, indicó Petro, que hace apenas una semana festejaba este éxito, pero en la jornada del domingo 9 de junio se despachó contra el balance de los resultados legislativos en el continente europeo.
Llama la atención que Petro se haya referido a que “América Latina es el faro de la democracia”, cuando hay mandatos cercanos a su línea ideológica altamente cuestionados: Venezuela, con el régimen de Nicolás Maduro; Nicaragua, con el dictador Daniel Ortega, y Cuba, con la administración de Miguel Díaz-Canel, como los casos más representativos y que lo ponen en la palestra pública.