En total, 191 edificios históricos y artísticos, otros 137 religiosos, 31 museos, 25 monumentos, 15 bibliotecas y un archivo han sufrido desperfectos por el conflicto armado, informó este viernes 7 de junio la Unesco en un comunicado. Kiev y Odesa son las principales ciudades en las que la Unesco ya ha puesto en marcha los primeros proyectos de consolidación y restauración.
El coste económico del programa lo estimó el pasado febrero en alrededor de US$680 millones anuales hasta 2033. Además de los daños materiales, el sector cultural ucraniano se ha paralizado y gran parte de los artistas no tienen cómo desarrollarse profesionalmente. De ahí que la Unesco urja a la comunidad internacional a implicarse, puesto que “Ucrania no puede hacer frente a estas necesidades por sí sola”.
En la práctica, ha diseñado un plan de acción conjunto en el que están involucradas las autoridades ucranianas, así como 40 organizaciones nacionales e internacionales. Entre los objetivos de ese plan se encuentra hacer un seguimiento, evaluación y documentación de los daños al patrimonio; elaborar medidas de prevención y reparación; reactivar las instituciones culturales, fortalecerlas; y llevar a cabo la transición digital del sector cultural.
«No se pueden curar las heridas de la guerra sin cultura. No puede haber crecimiento sostenible ni prosperidad sin cultura», subrayó el subdirector general de Cultura de la Unesco, Ernesto Ottone R.
Ese compromiso con la cultura se ha sellado este viernes en la Conferencia Internacional para la Recuperación del Sector Cultural Ucraniano en Vilna (Lituania) e involucra a medio y largo plazo a 28 Estados, la mayoría europeos, pero también de América del Norte y Asia.