El presidente Joe Biden anunció este martes una nueva política para la frontera sur, con México, que restringirá el número de peticiones e ingresos a Estados Unidos, en medio de la crisis migratoria que atraviesa el país desde hace años.
A pesar de las objeciones que recibió de grupos defensores de estas minorías e, incluso, de senadores demócratas, funcionarios de la Administración demócrata respaldaron el anuncio y sostuvieron que se trata de “medidas decisivas para fortalecer nuestra seguridad”, que se suman a las políticas que se vienen implementando desde hace meses.
La norma establece que las autoridades estadounidenses podrán deportar a quienes no superen unos estrictos estándares que los oficiales implementarán cuando la cifra de solicitantes de asilo por día supere las 2.500, durante un período de siete días. Estará vigente desde hoy y se relajará una vez que el número disminuya hasta los 1.500 en una ventana de 14 días en promedio.
Esta última cifra, explicaron a Infobae desde la Administración, responde a la capacidad que tienen las autoridades implicadas en el proceso para hacer cumplir correctamente los criterios de evaluación y de aplicación de la ley.