En un trágico incidente ocurrido durante el fin de semana feriado, una joven hondureña de 20 años, perdió la vida en las aguas de las playas de Galveston.
La furia de las corrientes marina le arrebató la vida a Estrella Yamileth Ramírez, el domingo en la madrugada por las condiciones adversas en las que se encuentran las aguas de la bahía de Galveston.
Sin embargo, las autoridades creen que la probable causa de la muerte de esta joven no haya sido por una corriente de resaca marina, sino canales de arena debajo del agua debajo del mar jugaron en su contra.
La hermana de Estrella, Cintia Ramírez, expresó con lágrimas en los ojos: «Yo le pido perdón a mi mamá porque se la estoy entregando en la forma que menos quiero».
La joven llevaba un poco más de dos años viviendo en Estados Unidos, y sus sueños se vieron truncados por la agresividad de las olas de Galveston durante el fin de semana.
Su hermano, entre lágrimas, describe el momento de terror que vivió y nos aclara que no se encontraban dentro de las aguas y que su hermana fue arrastrada por los fuertes corrientes desde la orilla.
“Ella me dijo Manuel extraño a mi mama, yo quiero irme para honduras y yo le dije yo también la extraño, yo como quisiera estar con mi mama y abrazarla y nos pusimos a llorar los dos y después ella se fue a caminar a la orilla de la playa… vino una gran ola de frente y ya la miré, la mire ya flotando en el agua…”, dijo el hermano de la víctima, Manuel Ramírez a Enmanuel Villalobos de Telemundo Houston.
Según Manuel, aunque Estrella estaba bañándose muy cerca de la orilla, una gran ola los sorprendió, haciéndola desaparecer momentáneamente del panorama.
«Yo le di respiración boca a boca, pero ella estaba helada ya, ya no respiraba nada», lamentó el hermano.
A pesar de que las fuertes corrientes de resaca siguen presentes en las aguas de Galveston, las autoridades no descartan otro escenario que pudo haber contribuido al deceso de Estrella.
Peter Davis, jefe de la Patrulla de la Playa de Galveston, explicó: «Parece que hay un sistema de barras de arena bajo del agua y canales, y pensamos que posiblemente ellos estaban en un canal más hondo y, con todo el oleaje, ella tuvo problemas con eso».
Mientras los familiares esperan los resultados de la autopsia, indican que otros elementos también pudieron jugar en contra de su supervivencia.
Cintia Ramírez compartió: «Ella padecía un poco de la respiración, y quizás no fue tanto el agua que ella pudo tomar, que ella pudo tragar, a lo que pudo haber sido un paro respiratorio».
Una familia que vio truncada la celebración de este feriado, convirtiéndose en la segunda víctima que las aguas de nuestra zona costera cobran durante el fin de semana.