Una familia de Durango, México, abrió las puertas de su hogar a Emma Rosa Granados, la madre del migrante hondureño que perdió sus piernas tras caer del tren conocido como ‘La Bestia’ mientras trataba de llegar a EEUU. Emma asegura que nunca esperó encontrar tanto apoyo en México y dio gracias a Dios por nunca abandonarla.
El joven lucha por su vida después de caer del tren conocido como ‘la bestia’, perdiendo ambas piernas en su desesperado intento por buscar mejores oportunidades en Estados Unidos.
Emma recibió una visa humanitaria para estar junto a Elvin en el hospital, donde él se debate entre la vida y la muerte.
Aunque Elvin está inconsciente, los médicos mantienen la esperanza de que se recupere pronto, descartando daño cerebral por hemorragia interna.
En medio del dolor, Emma ha expresado con lágrimas en los ojos: «Hijo me escuchas, Elvin, aquí estoy contigo, hijo, Dios nos va a ayudar a salir adelante (…) Yo nunca te voy a dejar solo; allá te están esperando tus hermanos».
Esta historia destaca el amor inquebrantable de una madre y resalta el riesgo de migrar por la falta de oportunidades en los países de origen.