Israel está decidido a proseguir con sus ataques en una Franja de Gaza que, en las últimas 24 horas, ha llegado ya a 35.857 muertos tras sumar otras 57 víctimas, pese al fallo de este viernes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que le exige detener “inmediatamente” su ofensiva en Rafah, al sur del enclave.
El Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, también difundió que ya son al menos 80.293 el número de personas que han resultado heridas por una guerra cuyo fin sigue sin llegar tras 231 días.
Las autoridades palestinas insisten en que las cifras son superiores puesto que estiman que hay al menos 8.000 personas desaparecidas bajo los escombros.
La agencia palestina Wafa reportó la muerte de al menos cinco civiles por un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Yabalia, en el norte del enclave.
El Ejército israelí, por su parte, aseguró en un comunicado haber matado a “decenas” de combatientes en las últimas 24 horas, así como haber destruido puestos de lanzamiento y túneles en Yabalia.
Por otra parte, la reapertura parcial del departamento de diálisis del hospital Al Shifa, el más grande la Franja de Gaza, tras el asedio israelí que sufrió durante el mes de marzo y abril, ha dado un pequeño respiro a los pacientes con problemas renales del norte de Gaza que se habían quedado sin este servicio médico tras el reciente cierre del centro médico Kamal Awdan.
Indignación en el Gobierno israelí
El Gobierno israelí también ha seguido de cerca este viernes las nuevas medidas cautelares, en protección de los derechos de los palestinos, dictaminadas pore el alto tribunal de la ONU, que urgió al Estado hebreo a “detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda causar la destrucción total o parcial del grupo palestino en Gaza”.
“Israel no ha llevado a cabo ni llevará a cabo ninguna actividad militar en la zona de Rafah que cree condiciones de vida que puedan conducir a la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente”, publicó el Ministerio de Exteriores de Israel tras conocer la decisión en un comunicado.
En esa misma nota, las autoridades tildaron de “falsas, repugnantes e indignantes” las acusaciones de Sudáfrica, el país que demandó a Israel a finales de enero ante el tribunal de La Haya, de que estén cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza.
Israel insiste en que está haciendo uso de su “derecho a defender su territorio y a los ciudadanos” tras los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, respetando el derecho internacional humanitario.