El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU ha ordenado este viernes a Israel que detenga inmediatamente su ofensiva sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde la situación humanitaria es ahora mismo «desastrosa».
Además, ha instado al Gobierno israelí a que permita la entrada sin restricciones en la Franja a cualquier comisión que Naciones Unidas decida establecer para investigar un posible genocidio en el enclave palestino.
La Corte se ha pronunciado este viernes sobre las medidas adicionales solicitadas por Sudáfrica, que ha acusado a Israel de desentenderse de medidas previas dictadas por el tribunal de la ONU para evitar un genocidio en Gaza. Asimismo, también acusa al Estado hebreo de empeorar todavía más la situación humanitaria en el enclave al lanzar una nueva ofensiva sobre la ciudad de Rafah, que ha forzado un nuevo desplazamiento de cientos de miles de personas.
El presidente de la Corte, Nauaf Salam, ha declarado este viernes en su dictamen que Israel no ha conseguido convencer al tribunal de las medidas que dice haber adoptado para mejorar la seguridad de los civiles de Gaza. En particular, los cientos de miles desplazados en las últimas dos semanas por el comienzo de su última operación en la ciudad.
En este sentido, concreta que Israel «no ha proporcionado información suficiente al tribunal» sobre «la seguridad del proceso de evacuación» a la zona de Al Mawasi, la zona de la costa de Gaza a la que están escapando los civiles de Rafah. «Ni sobre la disponibilidad de agua, alimentos, medicinas o protección» en esta localidad, donde han llegado desde entonces unos 800.000 palestinos.
«Israel debe suspender inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda infligir a la población palestina condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física, ya sea total o parcial», ha dictaminado. De este modo, reafirma las medidas cautelares que emitió en enero y en marzo para impedir un exterminio en Gaza.
Además, el tribunal insta a Israel a tomar «medidas efectivas» para garantizar «el acceso sin obstáculos a la Franja de Gaza» a «cualquier comisión de investigación, misión de investigación u organismo de investigación» encargado por los órganos competentes de la ONU para «investigar acusaciones de genocidio». También exige que «mantenga abierto el paso de Rafah», cuyo control por el lado palestino asumió a principios de mes, «para un suministro a gran escala y sin restricciones de asistencia humanitaria».
Aunque todas estas nuevas medidas atañen a Israel, el tribunal aprovecha también para recordar que sus dictámenes previos, que instaban a la «liberación incondicional de los rehenes» en manos de las milicias palestinas todavía se mantienen en vigor. De este modo, sigue expresando su «profunda preocupación» ante el hecho de que «muchos de ellos siguen bajo cautiverio».
Por último, la CIJ da a Israel el plazo de un mes a partir de este viernes para que entregue un informe que comprenda todas las medidas que debe adoptar para cumplir este nuevo dictamen; un documento que será posteriormente evaluado por el tribunal. Todas estas medidas adicionales han sido aprobadas en la Corte por 13 votos a favor por dos en contra, los de la vicepresidenta del tribunal, Julia Sebutinde, y por el juez israelí Aharon Barak.