Los pasajeros con heridas más graves que viajaban en el vuelo de Singapore Airlines que sufrió graves turbulencias este martes necesitarán cirugía de columna, aseveró este jueves el hospital Samitivej Srinakarin de Bangkok, Tailandia, donde se encuentran ingresadas todavía 41 personas.
En concreto, veinte permanecen en cuidados intensivos. En este sentido, un trabajador del centro hospitalario, donde fueron atendidas la mayoría de las 104 personas heridas en el incidente, ha explicado que se ha solicitado ayuda a otros otros hospitales locales para que presten a sus mejores especialistas.
El director del centro, Adinun Kittiratanapaibool, ha señalado en una conferencia de prensa que ninguno de los veinte pacientes en la UCI se encontraba en una condición que pusiera en peligro su vida. Entre ellos se incluyen seis británicos, seis malasios, tres australianos, dos singapurenses y una persona de Hong Kong, otra de Nueva Zelanda y un filipino, con edades comprendidas entre los 2 y los 83 años.
Entre las 41 personas que permanecían en el Hospital Samitivej Srinakarin este jueves por la mañana, veintidós tenían daños en la columna o la médula espinal, seis tenían lesiones en el cráneo o el cerebro y trece tenían daños en los huesos u órganos internos, ha confirmado Adinun.
Ya se han realizado diecisiete cirugías: nueve cirugías de columna y ocho por otras lesiones, dijo. Otros trece heridos en el incidente permanecen en otras dos sucursales del hospital. Adinun ha añadido que es demasiado pronto para decir si alguno podría sufrir una parálisis permanente y que los médicos tendrán que observar si la función muscular se recuperaba después de la cirugía.
Entre estos heridos hospitalizados se encuentra un ciudadano español, de 42 años, y que sufrió un golpe al ser lanzado por la turbulencia contra el techo.
«Puro terror»
Mientras los heridos se recuperan, los pasajeros que ya han llegado a Singapur han descrito la situación de «puro terror», con el avión temblando, objetos volando y personas heridas que yacían paralizadas en el suelo de la aeronave.
En uno de los últimos relatos del caos a bordo, la pasajera malasia Amelia Lim, de 43 años, ha relatado cómo de pronto se vio tumbada en el suelo. «Tenía tanto miedo… solo veía a personas en el suelo del avión sangrando», ha contado a un periódico local.
La mujer que estaba sentada a su lado estaba «inmóvil en el pasillo e incapaz de moverse, probablemente sufría una lesión en la cadera o en la columna», ha añadido.
El incidente, que se produjo en fase de crucero después de que el avión saliera de Londres con destino a Singapur con 211 pasajeros y 18 miembros de la tripulación a bordo, se habría dado por una turbulencia de aire claro, un cambio en la dirección del viento que es imposible de prever, provocando la sacudida y una caída de 6.000 pies (2.000 metros). Aunque aún no está del todo claro el motivo por el que se produjeron estas turbulencias, por lo que habrá que esperar a la investigación final.
En el suceso, además de las decenas de heridos, un hombre británico de 73 años perdió la vida por un ataque cardíaco. Los pasajeros han descrito cómo la tripulación del vuelo intentó reanimarlo realizándole RCP durante unos 20 minutos. Por otro lado, este miércoles un vuelo especial de Singapore Airlines llevó a 143 personas ilesas o levemente heridas a Singapur.