Más de 100 personas se reunieron silenciosamente sobre tapetes de yoga durante el fin de semana para no hacer absolutamente nada, en un evento en Seúl que es en parte un desafío físico, en parte una obra de arte y en parte un respiro de la sociedad hipercompetitiva de Corea del Sur.
La competencia anual Space-out, que se llevó a cabo este domingo, descubre quién es mejor para desconectarse del mundo durante 90 minutos sin quedarse dormido, revisar su teléfono o hablar.
Se monitorea el ritmo cardíaco de los participantes, mientras los espectadores votan por sus 10 concursantes favoritos. Quien tenga la frecuencia cardíaca más estable entre los 10 se lleva el trofeo.
“Intenté participar en los Juegos Olímpicos cinco veces y, durante 30 años, nunca tomé un descanso adecuado mientras entrenaba”, dijo el especialista en pista corta de 34 años, que obtuvo el tercer lugar.
“Escuché que este lugar es donde puedo aclarar mi mente y descansar al menos durante este tiempo, así que vine aquí pensando: ‘Guau, esto es lo que tanto necesitaba’”.
Más de 4.000 personas solicitaron participar en el concurso, organizado por el Gobierno de la ciudad. Los 117 concursantes seleccionados iban desde un niño de segundo grado hasta personas de unos 60 años.
Para muchos participantes, fue una forma de recuperarse del agotamiento y el estrés, a menudo del trabajo, en un país con un alto estrés académico y una presión extrema para triunfar.
“Por lo general, tenía muchas preocupaciones y estrés, así que solicité (participar) porque pensé que sería bueno eliminar ese estrés y preocupaciones distrayéndome en la competencia”, dijo el YouTuber Kim Seok-Hwan, de 26 años.