Alumnos del Centro Educativo Agustín Alonzo del barrio San Pablo de Tegucigalpa, sufren las consecuencias del humo tóxico que cubre agresivamente el ambiente.
Docentes explican que varios niños se han desmayado, otros han vomitado y otro incluso hasta han sangrado.
Padres de familia por otro lado, han llegado al centro educativo para retirar a sus hijos por temor a que sigan presentando afecciones.