El presidente nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra, y la vicepresidenta, Rosario Murillo, enviaron el lunes sus condolencias por las «trágicas circunstancias que ha dejado la partida física» del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y algunos de sus colegas durante el vuelo en helicóptero este domingo.
Además, el país centroamericano señaló que está seguro de que «Dios, nuestro señor, aliviará esta aflicción, y la fuerza espiritual de las autoridades y hermanos iraníes los hará salir adelante y continuar librando las batallas necesarias por la justicia y la paz».
«A la familia de cada uno de los hermanos fallecidos, nuestros sinceros y muy cercanos sentimientos de pesar, en la esperanza viva de la resurrección», agregó el Gobierno de Nicaragua.
El presidente de Irán falleció el pasado domingo tras accidentarse el helicóptero en el que viajaba cerca de la frontera con Azerbaiyán. En el siniestro también perdieron la vida el ayatolá Seyyed Mohammad-Ali Al-Hashem, el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, el gobernador de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, dos empleados del cuerpo de protección del presidente, un piloto, un copiloto y un oficial técnico.