El gobierno de Pedro Sánchez ha decidido este domingo llamar a consultas ‘sine die’ (sin plazos) a la embajadora de España en Argentina, María Jesús Alonso, después de que el presidente de Argentina, Javier Milei, haya calificado de «corrupta» a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Así lo ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una declaración institucional desde el Complejo de la Moncloa, en la que ha exigido también «disculpas» por parte del mandatario argentino.
Durante su intervención en el acto de Vox en el Palacio de Vistalegre ‘Europa Viva 24’, Milei se ha referido a la mujer de Sánchez. «No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar.
Aun cuando tenga la mujer corrupta, digamos ensucia, y se tome cinco días para pensarlo», ha comentado ante la ovación de todo el estadio donde se realizaba el encuentro.
«Que Sánchez se anime a tener un cara a cara conmigo»
Las relaciones entre Pedro Sánchez y Javier Milei vienen subiendo la tensión en las últimas semanas. El sábado, en una entrevista exclusiva con El Observador España, el presidente argentino aseguró: «Le muestro la incoherencia y la inconsistencia de sus planteos, de él y de su gente, que además manda a sus ministros agredirme, es una cosa nunca vista.
Que los ministros salgan en manada a agredirme. Debe ser porque son demasiado poco, intelectualmente poco como humanos, que tenían que salir todos juntos a pegarle a uno solo. Debe ser que no se anima el señor Pedro Sánchez a tener un cara a cara conmigo».
Milei llegó el viernes a Madrid para presentar su libro («El camino del Libertario») en el diario La Razón; el sábado se encontró en la embajada argentina en Madrid con empresarios españoles de las principales compañìas con inversiones en Argentina y este domingo participó del acto de Vox junto a Santiago Abascal, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, el presidente de Hungría, Viktor Orban, y la dirigente derechista francesa, Marie Le Pen.
En los días previos a la llegada de Milei, un ministro de Sánchez, el titular de Transporte Oscar Puente, había dicho que el presidente argentino «ingería sustancias» acusándolo de alguna adicción. Y la vicepresidenta, Yolanda Díaz, había dicho que el presidente argentino imuplsaba «políticas de odio».
La respuesta de Milei, llamando «corrupta» a Begoña Gómez en el acto europeo convocado por Vox, fue la gota que derramó el vaso para que estallara en su totalidad el conflicto entre los dos presidentes.
Hace dos semanas, un juez español pidió abrir diligencias judiciales contra les esposa de Sánchez por supuesta intermediación con empresarios que luego fueron beneficiados con contratos estatales. Por esa razón, Pedro Sánchez se tomó cinco días para evaluar si renunciaba la presidencia de España, gesto político que quedó finalmente en una simple amenaza para ganar tiempo.
Por ahora, la postura del Gobierno argentino es mantenerse en reserva y sin declaraciones públicas.
