La ofensiva sobre Rafah que comenzó la semana pasada coincide con el incremento de bombardeos que desde hace semanas se producen por parte del Ejército israelí contra el sur de la Franja. A la toma del paso fronterizo palestino de Rafah le ha seguido el avance de las tropas israelíes en dirección a la ciudad homónima. En las últimas horas han muerto al menos ocho personas en la localidad a causa de los ataques de Israel, una de ellas menor. Además, Hamás ha confirmado la muerte de un empleado extranjero de Naciones Unidas en un ataque israelí contra un convoy humanitario. Las imágenes del coche se han compartido rápidamente por redes sociales, aunque la muerte a consecuencia de los disparos todavía no ha sido confirmada ni por la ONU ni por Israel.
En menos de una semana han huido de esta región más de 360.000 palestinos, según reconoce la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que denuncia que «los bombardeos y otras órdenes de evacuación en el norte de Gaza han creado más desplazamiento y miedo para miles de familias». Los gazatíes de que se encontraban en el sur están comenzado a marcharse incluso de los barrios de la mitad occidental de la ciudad donde Israel aún no ha ordenado la evacuación; pero donde sí se han producido bombardeos.
Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han alertado este lunes de que el sistema sanitario del enclave podría «colapsar en unas pocas horas» a causa de la ausencia de combustible tras el bloqueo por parte de Israel del paso de Rafá hace cerca de una semana.
«Unas pocas horas nos separan del colapso del sistema sanitario en la Franja de Gaza a causa del fracaso a la hora de entregar el combustible necesario para operar los generadores eléctricos en hospitales, ambulancias y transportes», ha dicho el Ministerio de Sanidad gazatí en un breve comunicado en su cuenta en Telegram.
Las autoridades gazatíes y la comunidad internacional han advertido durante la última semana del drástico agravamiento de la crisis humanitaria en el enclave a causa del recrudecimiento de la ofensiva de Israel y de la ausencia de ayuda humanitaria después de que las tropas israelíes tomaran la semana pasada el lado palestino del paso de Rafá, en la frontera con Egipto, bloqueando la entrada de ayuda y la salida de enfermos y heridos.
En este sentido, el coordinador de emergencias del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Gaza, Hamish Young, afirmó el viernes de que la situación en la Franja «empeorará si no se reactivan las operaciones humanitarias en 48 horas» y recalcó que se están agotando «los últimos suministros». Así, dijo que «Hamish Young» en unos días si no se procedía a la reactivación de la entrega de combustible y otra ayuda.
El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, ya indicó el 7 de mayo, tras la toma del paso por parte de Israel, que esta situación supone «un golpe devastador» para las operaciones humanitarias en Gaza. «Si no entra combustible durante un periodo prolongado de tiempo es una forma muy efectiva de enterrar las operaciones humanitarias», zanjó.