El empresario multimillonario Elon Musk anunció este jueves que donará 1.000 terminales de Starlink, su innovador proyecto de internet satelital, al estado de Rio Grande do Sul, golpeado por una de las peores inundaciones de su historia.
“Mi corazón está con el pueblo de Brasil en estos momentos difíciles”, expresó Musk en un gesto de solidaridad a través de su cuenta oficial de X.
Junto a su publicación adjuntó un video de la supermodelo brasileña Gisele Bundchen, en el cual pedía donaciones y explicaba un poco el panorama que esta atravesando el estado.
“La gente no sólo está perdiendo sus casas y sus trabajos. Lo están perdiendo todo”, aseguró.
Starlink, que ya ha comenzado a operar en Uruguay, ofrece un servicio de internet de alta velocidad desarrollado por SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk. Esta tecnología utiliza una constelación de satélites de baja órbita para llevar internet a lugares remotos y poco conectados.
Los beneficiarios de esta donación podrán conectarse a internet a través de una antena parabólica de tamaño reducido que deberán instalar en sus hogares. Esta antena recibe la señal satelital y la transmite al router, permitiendo así la conexión a la red.
Given the terrible flooding in Rio Grande do Sul, @Starlink will donate 1000 terminals to emergency responders and make usage for all terminals in the region free until the region has recovered.
— Elon Musk (@elonmusk) May 9, 2024
I hope the best for the people of Brazil. pic.twitter.com/NK6kjz7Iag
El estado de Brasil
Las devastadoras inundaciones en la región sur de Brasil han dejado hasta el momento 108 fallecidos y 136 desaparecidos, además de 374 heridos, según el balance divulgado este jueves por la Defensa Civil.
Hay cerca de 1,5 millones de damnificados en Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, donde las lluvias torrenciales han causado una destrucción sin precedentes en este próspero estado brasileño, donde se han reportado 107 de las víctimas mortales.
El otro fallecido se registró en el vecino estado de Santa Catarina, que también se vio afectado por el intenso temporal de la última semana, aunque en menor grado.
En Rio Grande do Sul se han visto anegados 425 municipios, algunos de los cuales están totalmente sumergidos bajo el agua y donde 6.200 hogares han quedado totalmente destruidas, según datos parciales de la Confederación Nacional de los Municipios.
Alrededor de 232.000 personas han sido evacuadas de sus hogares y trasladadas a albergues o las casas de sus parientes, de acuerdo con la Defensa Civil.
Cientos de policías, bomberos, militares y voluntarios se afanan aún hoy para rescatar a la población que todavía está incomunicada por el elevado nivel del agua y que empieza a sufrir con la falta de víveres.
Además, las lluvias de las últimas horas obligaron a suspender las labores de salvamento en Porto Alegre, la capital regional, donde aún hay barrios completamente inundados y el principal aeropuerto estará cerrado por lo menos hasta finales de este mes.
Los especialistas meteorológicos han asociado la intensidad de estos temporales al cambio climático.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó el miércoles, durante un acto para presentar inversiones en áreas de infraestructura y prevención de desastres naturales, que esta tragedia climática es “un aviso para el mundo” y “una factura que le está pasando el planeta” a la humanidad.