Varias veces, la abogada de Trump acusó a Daniels de alterar los detalles de su historia con el paso del tiempo.
La actriz porno Stormy Daniels regresó el jueves al estrado en el juicio secreto de Donald Trump, dos días después de pasar horas contando con detalles a veces gráficos el presunto encuentro sexual de 2006 con el expresidente sobre el cual finalmente le pagaron para que guardara silencio durante las elecciones presidenciales de 2016.
Los abogados del expresidente intentaron agresivamente encontrar agujeros en la credibilidad de Daniels durante el contrainterrogatorio, acusando a la actriz porno de, entre otras cosas, intentar extorsionar a Trump y ensayar su testimonio, lo que ella negó enérgicamente.
Trump niega que los dos hayan tenido relaciones sexuales alguna vez. Los fiscales, por su parte, dicen que Trump y dos de sus asociados orquestaron un plan para influir en las elecciones de 2016 comprando y luego enterrando historias que podrían dañar su campaña.
El testimonio de Daniels es una preparación para el testigo estrella de la fiscalía, Michael Cohen, quien organizó el pago de 130.000 dólares a Daniels y luego fue a prisión por orquestar los pagos y otros cargos.
Trump está acusado de falsificar documentos para encubrir los pagos de silencio y, en cambio, registrarlos como gastos legales. Es el primer juicio penal contra un expresidente en EEUU.
Daniels reconoce que no habló con Trump del dinero
Stormy Daniels testificó el jueves que nunca habló con Donald Trump sobre el pago de 130.000 dólares por su silencio que recibió de Micahel Cohen y que no tenía conocimiento de si Trump estaba al tanto de la transacción o estaba involucrado en ella.
«Usted no tiene conocimiento personal sobre su participación en esa transacción o lo que hizo o no hizo», preguntó la abogada de Trump, Susan Necheles. «No directamente, no», respondió Daniels.
Tras más preguntas, Daniels señaló que ella tampoco negoció directamente con Cohen, pero que su abogado en ese momento, Keith Davidson, sí lo hizo.
La abogada de Trump utilizó las preguntas en los momentos finales de su contrainterrogatorio para subrayar que Daniels no conoce ninguna de las acusaciones subyacentes a los cargos de Trump en el caso, que falsificó los registros de su empresa para ocultar la verdadera naturaleza de los pagos de reembolso a Cohen.
Necheles le preguntó a Daniels si estaba al tanto de qué se acusaba a Trump. Daniel reconoció: «No sé nada sobre sus registros comerciales. ¿No, porque yo debería?»
En medio de la tensión entre Daniels y la abogada defensora, la sala estaba relativamente tranquila. No hubo reacciones audibles de la galería (en su mayoría reporteros con una fila de observadores públicos) cuando el testimonio se volvió tenso.
Muchos miembros del jurado vieron el ir y venir de la misma manera que verían un partido de tenis: girando la cabeza entre el atril de los abogados y el estrado de los testigos con cada pregunta y respuesta. Algunos miembros del jurado garabatearon notas, otros se reclinaron en sus sillas. Trump observó atentamente.
Daniels insiste en que su historia no cambia
Este jueves Stormy Daniels rechazó las sugerencias de la defensa de que su historia sobre su presunto encuentro sexual había cambiado con el tiempo. El martes dijo que no fue amenazada físicamente, sintió un «desequilibrio de poder» cuando Trump, en su habitación del hotel, se interpuso entre ella y la puerta y le hizo proposiciones. En cuanto a si se sintió obligada a tener relaciones sexuales con él, reiteró el jueves que él no la drogó ni la amenazó físicamente. Pero, dijo, «mis propias inseguridades, en ese momento, me impidieron decir que no».
Varias veces, la abogada defensora acusó a Daniels de alterar los detalles de su historia, diciendo en un momento: «Tu historia ha cambiado completamente». Daniels insistió en que no. «Estás tratando de hacerme decir que cambió, pero no ha cambiado en absoluto».