Aunque Diego Armando Maradona nunca ganó de manera oficial el Balón de Oro al mejor jugador del planeta, ya que en esa época no eran considerados los futbolistas que no nacieron en Europa; sí recibió dos distinciones especiales: en 1995 recibió uno honorífico por parte de la revista France Football por su trayectoria, aunque previamente, en 1986, se había ganado uno por haber sido elegido como el mejor jugador del Mundial de México que obtuvo con la selección argentina.
La relación con ambos trofeos fue tormentosa. El que le dieron de manera honoraria quedó hecho añicos en julio de 2014, cuando la casa en la que residía su papá don Diego en Villa Devoto sufrió un incendio. Entre los bienes materiales más afectados quedó el premio.
La distinción por su labor en la Copa del Mundo, en cambio, fue robada previamente. El oriundo de villa Fiorito, en su afán por recuperarlo, movió contactos en la camorra napolitana para que lo ayudaran a recuperarlo. Así se lo reconoció Salvatore Lo Russo, uno de los líderes, a los fiscales de la DDA de Nápoles (Dirección de Investigación Antimafia) Sergio Amato y Enrica Parascandolo en 2010 tras su detención.
El diario francés L’Equipe recuerda que a las 14.20 del día del robo, cuando el banco cerraba sus puertas, ocho miembros de la Camorra entraron al recinto con máscaras de carnaval. El periodista del diario italiano Il Mattino, Gigi Di Fiore, afirmó al periódico galo que “Atravesaron una pared con un agujero” y se encontraron con más de 400 cofres, aunque abrieron alrededor de sesenta cajas: allí habrían localizado dos vinculadas al ídolo del Napoli. Presentaron la denuncia inmediata, asegurando que había joyas, diamantes y siete relojes, aunque también el Balón de oro.
“Hice que Maradona recuperara los relojes a través de “Peppe ‘o biondo”, que los encontró en Picuozzi (los hombres del clan Mariano) en los barrios españoles”, apuntó Lo Russo según publicó el diario italiano Corriere della Sera. Pero, según aquel testimonio, el Balón de Oro mundialista había sido fundido para venderlo como oro puro: “No fue posible recuperarlo porque ya lo habían derretido. También envié al lugar una suma de 15 millones de liras, pero me las devolvieron porque el trofeo ya se había ido”. Esa era la versión más repetida, hasta las últimas horas…
Esta historia dio un giro inesperado: aseguran que el artículo fue encontrado por un franco-argelino llamado Abdelhamid B, un ex galerista fanático de las subastas. Y, para colmo, el trofeo será subastado el 6 de junio de 2024 en Aguttes, una casa especializada en el rubro, ubicada en París. Se estima que su precio rondaría entre los 12 y los 15 millones de euros.