Al menos 238 muertos han sido ya registrados en Kenia como consecuencia de las devastadoras inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales que han golpeado el país desde mediados de marzo, según ha informado este martes el Gobierno. Los últimos datos difundidos por el portavoz del Ejecutivo keniano, Isaac Mwaura, ascienden los heridos y desaparecidos a 174 y 75, respectivamente.
Más de 286.000 personas se han visto afectadas por estas inundaciones, que han arrasado casas, carreteras y otras infraestructuras en todo el país, incluyendo unas 235.000 que han tenido que abandonar sus hogares. En Nairobi se concentra la mayoría de afectados -más de 164.000- por un fenómeno que ha golpeado especialmente el centro, el sur y el oeste del país.
Después de que el presidente keniano, William Ruto, aplazara indefinidamente la apertura de las escuelas tras las vacaciones, que debía producirse a finales de abril, Mwaura ha alertado de que más de 600.000 estudiantes no tienen colegios a los que volver, ya que los centros se han visto dañados o están acogiendo desplazados. El Gobierno keniano dio el pasado jueves un plazo de 24 horas para trasladarse a la población residente en zonas del país vulnerables a deslizamientos de tierra o cercanas a presas y ríos, antes de poner en marcha evacuaciones y demoliciones forzadas.