Una fuerte explosión en una gasolinera dejó este sábado al menos dos muertos en la sureña ciudad brasileña de Porto Alegre, golpeada por inundaciones sin precedentes, constató un periodista de un medio local presente en el momento de la deflagración.
El incidente se produjo cuando vehículos que trabajan en el rescate de víctimas del desastre climático se abastecían en la estación de servicio inundada.
Un incendio producto de la explosión generó una espesa nube de humo, visible desde lejos.
Efectivos de bomberos trasladaban a las víctimas del siniestro, afectadas con quemaduras.
La gasolinera se ubica en la avenida Cairu, en el barrio Navegantes de Porto Alegre, una de las mayores urbes del sur brasileño.
La ciudad con una población de casi 1,4 millones se ha visto golpeada desde el viernes por el “peor desastre climático” de la historia del estado de Rio Grande do Sul.
Las fuertes lluvias dejaron hasta el momento al menos 57 muertos y 67 desaparecidos en la región.
Los desbordes de los cauces de agua y deslizamientos de tierra mantienen interrumpidas numerosas carreteras, con casi 300 localidades afectadas, muchas de ellas aisladas.
En Porto Alegre, el rápido ascenso en las últimas horas del río Guaíba anegó el centro histórico.
Según la alcaldía, su nivel marcaba 5,04 metros, por encima del récord de 4,76 metros, registrado cuando la ciudad sufrió unas históricas inundaciones en 1941.
Numerosas calles amanecieron bajo agua y los residentes trataban de evacuar sus viviendas. En el barrio de Navegantes, un hombre pidió ayuda a los bomberos para rescatar a un niño que quedó atrapado en su casa, pues un problema en la pierna le impidió llevarlo con él. “De repente, en cuestión de minutos, en menos de una hora, se inundó todo. Perdí todo, televisión, guardarropas, cama, todo”, relató angustiado el comerciante de 61 años a la AFP.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo el sábado en una transmisión en vivo por Instagram que se trataba de una situación “dramática” y “absolutamente sin precedentes”.
El alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, informó que “pese al gran esfuerzo de contención”, un dique en otro río que surca la ciudad, el Gravataí, empezó a desbordarse. “Las comunidades deben abandonar el lugar”, escribió en la plataforma X.
El aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió la noche del viernes sus operaciones por tiempo indeterminado.
Rescate de un bebé
Porto Alegre es la capital de uno de los estados más pujantes del país, con el quinto PBI de la mayor economía latinoamericana y una producción esencialmente agropecuaria, con grandes cultivos de soja, arroz, trigo y maíz.
En el estado, las brigadas de rescate intentan alcanzar y abastecer numerosos municipios aislados, sin comunicaciones y con carreteras bloqueadas, e incluso sin energía eléctrica ni agua.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva publicó un video de efectivos de las fuerzas armadas rescatando desde un helicóptero a un bebé. En las imágenes, se aprecia a un agente golpeando con un ladrillo el techo de una casa para poder sacar a la criatura, envuelta en una manta.
“A pesar de las condiciones climáticas desfavorables, las acciones de rescate se llevan a cabo día y noche”, dijo el gobierno federal.
Defensa Civil informó que el sábado se contabilizaban 74 heridos y 24.600 evacuados.
Las autoridades se afanan por levantar refugios en centros deportivos y otras instalaciones, que hasta ahora han recibido más de 8.200 personas en todo el estado.
“Cóctel desastroso”
Imágenes aéreas de la zona muestran enormes superficies totalmente anegadas, carreteras y puentes arrasados y rescates de personas en techos con helicópteros, dando cuenta del “peor desastre” de la historia del estado, según Leite.
El pronóstico anticipa hasta el domingo lluvias de “altísima severidad” que cargarán aún más los ríos y pueden causar grandes deslizamientos, dijo el viernes Defensa Civil.
Las lluvias impactan al también sureño estado de Santa Catarina, donde el viernes se registró la muerte de un hombre cuando su auto fue arrastrado por la corriente en el municipio de Ipira.
El “cóctel desastroso” del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil y otros eventos extremos, aseguró a la AFP el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.
El estado de Rio Grande do Sul sufrió varias eventos climáticos extremos el año pasado; el más grave, el paso de un ciclón en septiembre que dejó más de 30 muertos.