Una enfermera de Pensilvania acusada de matar a tres pacientes en centros de enfermería especializada de todo el estado y de intentar matar a otras 19 personas a su cuidado se declaró culpable este jueves y fue condenada a cadena perpetua, según un comunicado de la fiscal general de Pensilvania, Michelle Henry.
La sentencia de la exenfermera Heather Pressdee incluye tres cadenas perpetuas consecutivas por los homicidios intencionales y de 380 a 760 años de encarcelamiento consecutivo por los intentos de homicidio, dice el comunicado.
«La acusada utilizó su posición de confianza como medio para envenenar a los pacientes que dependían de sus cuidados», dijo Henry. «Esta declaración de culpabilidad y la cadena perpetua no devolverán las vidas perdidas, pero garantizarán que Heather Pressdee nunca tenga otra oportunidad de infligir más daño».
Pressdee se declaró culpable para evitar la pena de muerte, dijo su abogado Phillip DiLucente a CNN este jueves.
Pressdee fue acusada de administrar intencionalmente dosis letales y potencialmente letales de medicamentos a pacientes entre 2020 y 2023 en cinco centros de atención diferentes.
La enfermera inyectó la insulina a pacientes en los condados de Allegheny, Armstrong, Butler y Westmoreland, según el comunicado.
Inicialmente fue acusada en mayo de 2023 de homicidio e intento de asesinato después de que dos hombres murieran y un tercero fuera hospitalizado, informó previamente CNN. Pressdee ha estado encarcelada desde su detención en mayo.
En la denuncia penal presentada contra la exenfermera, la oficina de Henry dijo que Pressdee admitió haber «dañado, con intención de matar» a los 19 pacientes, cuyas edades oscilaban entre los 43 y los 104 años.
A menudo administraba insulina durante los turnos de noche, en los que había poco personal, mientras trabajaba en el carro de medicamentos de las instalaciones, según la denuncia penal.
«Pressdee a menudo tomaba medidas para asegurarse de que sus víctimas expiraran antes del cambio de turno, de modo que no fueran enviadas al hospital, donde su plan podría descubrirse mediante pruebas médicas como las del péptido C», según la denuncia.
«Numerosos familiares de las víctimas» hicieron declaraciones de impacto esta semana en el Tribunal del Condado de Butler, según el comunicado de prensa del fiscal general, compartiendo el «dolor y la angustia causados al enterarse de que la muerte de sus seres queridos no fue natural, sino causada por un acto criminal».