El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha indicado este jueves que hubo alrededor de 400 detenidos en las protestas propalestinas universitarias en la ciudad durante la jornada del martes y ha asegurado que entre los manifestantes había «agitadores externos».
Durante una rueda de prensa dirigida a varios medios locales, el alcalde neoyorquino explicó que el porcentaje de esos «agitadores» suponía un 40% de los manifestantes, mencionando la posibilidad de que algunos de ellos fueran incluso profesores de los centros universitarios.
Según medios locales, la cifra de universitarios detenidos en los campus de la ciudad asciende a 390, siendo 217 de la Universidad de Columbia y 173 del City College de Nueva York. La operación de desalojo se ejecutó durante la noche del martes principalmente en el campus de Columbia, epicentro de las protestas en las instituciones de enseñanza superior de Estados Unidos.
Las protestas propalestinas se han extendido a lo largo de Estados Unidos desde la semana pasada. Los manifestantes piden a las universidades que dejen de hacer negocios con Israel o con empresas que apoyan la guerra en Gaza.
Drones y una grúa para entrar en Hamilton Hall
La Policía de Nueva York irrumpió durante la noche de este martes en el emblemático edificio Hamilton Hall de la Universidad de Columbia, que había sido vandalizado y ocupado horas antes. El operativo de desalojo, según detalló Adams este miércoles, incluyó drones y una grúa para ingresar en la segunda planta del inmueble, que ya tuvo un gran valor simbólico en las protestas por la guerra de Vietmnam en 1968.
La toma del Hamilton Hall «fue dirigida por individuos que no están inscritos en la universidad. Había personas en el campus que no deberían haber estado allí. Vimos un cambio en las tácticas que se estaban utilizando (…) Esto fue liderado por agitadores externos», ha indicado el alcalde de Nueva York.
De acuerdo con Adams, entendieron que había «actores externos secuestrando las protestas» y tratando de «influir» en los estudiantes para que la situación escalara después de constatar qué apostaban por métodos «nada pacíficos» como las «barricadas, destrucción de propiedades y desmantelamiento de cámaras de seguridad».
Los estudiantes no ofrecieron resistencia
«Lamentamos que los manifestantes hayan optado por agravar la situación a través de sus acciones. Después de que la Universidad supo durante la noche que el Hamilton Hall había sido ocupado, destrozado y bloqueado, no nos quedó otra opción», había indicado la Universidad de Columbia antes del operativo añadiendo que, tras la toma, la resolución de la situación quedaba en manos de la policía.
Los estudiantes, cuyos campamentos desplegados en el campus también fueron desalojados, no ofrecieron resistencia y fueron detenidos uno a uno para ser trasladados luego a dependencias policiales en varios autobuses.
