Lula promete todos los recursos necesarios para enfrentar el impacto de las lluvias, las cuales han causado la desaparición de 21 personas y un número de muertes elevadas aún no registradas.
El estado brasileño de Rio Grande do Sul ha sufrido el “peor desastre climático” tras un intenso temporal. Según las autoridades, el saldo de 13 muertos en el territorio incrementará con el paso de las horas. El gobernador ‘gaúcho’, Eduardo Leite, lamentó en una conferencia de prensa las muertes contabilizadas y estimó que son “muchas” las que aún no fueron registradas, tras deslizamientos e inundaciones en localidades aisladas desde hace 48 horas.
La cifra de fallecidos llegó a 13 este jueves desde una decena la víspera, y 21 personas continúan desaparecidas, informó la Defensa Civil en el último boletín. Pero los datos del “peor desastre climático” en tierra ‘gaúcha’, dijo Leite, “son absolutamente preliminares”.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió que “no faltarán recursos” humanos ni materiales para “minimizar el sufrimiento que este evento extremo de la naturaleza está causando en el estado”.
”El gobierno federal estará 100 por ciento a disposición del estado” para las tareas de rescate y reparación, añadió Lula junto a Leite, tras llegar junto a una comitiva de ministros a la localidad de Santa María, uno de los municipios afectados por las intensas lluvias.
“Nunca vi algo así (…) está todo bajo el agua, es triste. Y va a empeorar (…) ¿Quién puede dormir de noche? No sabemos cómo va a subir el agua, y cuando llega a la puerta de la casa ya no se consigue levantar nada”, dijo afligido a la agencia AFP Raul Metzel, un operador de máquinas de 52 años, en Capela de Santana, impactado por las crecidas.
”No podemos hacer nada por nadie. Parte de mi familia y otras personas que conozco están en Montenegro (afectado por el río Caí) y no puedo traer a nadie para acá porque no tenemos cómo ir”, dijo con pesar Claudio Oliveira, un mecánico de 54 años. El estado de Rio Grande do Sul fue declarado en “estado de calamidad pública” a raíz de las fuertes precipitaciones con granizo y vendavales desde hace una semana.
Las lluvias golpearon a 147 municipios y han dejado además 12 heridos y 67.860 afectados. Unas 9.993 personas fueron desalojadas, precisaron las autoridades. Leite destacó los esfuerzos para “salvar vidas”, ante la amenaza de más desbordes de ríos y arroyos en el estado en las próximas horas. Y alertó a los habitantes de seis municipios serranos de desbordes del río Caí, tras pedir la noche del miércoles evacuar las viviendas en el valle del río Taquari ante el riesgo hidrológico. Las autoridades informaron además del rompimiento parcial de una presa en el municipio serrano de Cotipora.
Aunque no se espera una devastación del área, el volumen de aguas elevará el río Taquari. Imágenes aéreas divulgadas por el gobierno local mostraron grandes áreas cubiertas por las aguas marrones del río Guaíba, principal vía fluvial del estado, que se espera alcance un nivel excepcional de tres metros este jueves y podría llegar a los cuatro metros en las próximas 24 horas.
El gobierno federal dijo que puso a disposición un total de 12 aeronaves, 45 vehículos y 12 embarcaciones, además de enviar 626 efectivos de las Fuerzas Armadas para socorrer a la población afectada, distribuir agua y alimentos, y montar espacios de abrigo, entre otras tareas.
Municipios aislados
Las fuertes lluvias deben continuar hasta el viernes, indican las previsiones meteorológicas. Las condiciones climáticas hostiles han dificultado las tareas de rescate, dijo Leite.
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronosticó vientos fuertes con ráfagas, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían “superar los 200 mm” en Rio Grande do Sul y el sur del estado vecino de Santa Catarina. El gobierno ‘gaúcho’ también informó de daños en carreteras y cortes en el abastecimiento de energía eléctrica y agua para cientos de miles de clientes.
Múltiples municipios se encuentran aislados, sin telefonía ni internet. Las clases debieron ser suspendidas en el estado. Y la Federación Gaúcha de Fútbol suspendió todos los partidos previstos para el próximo fin de semana.
En septiembre pasado, al menos 31 personas murieron por el paso de un devastador ciclón en Rio Grande do Sul. Expertos atribuyen los fenómenos extremos, cada vez más frecuentes en Brasil, en parte al cambio climático.