Tras cinco días de aislamiento, el presidente ha comunicado que permanecerá en el cargo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado su permanencia en el cargo. Tras cinco días de aislamiento, Sánchez ha comparecido este lunes 29 de abril en el Palacio de la Moncloa para comunicar su decisión sobre su futuro político.
En esa misiva, Sánchez justificaba la pausa debido al impacto que había tenido para él la apertura de una investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez, por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios a partir de una denuncia de la organización Manos Limpias, dirigida por el abogado y expolítico de ultraderecha Miguel Bernad, quien sostuvo sus acusaciones en informaciones de medios digitales que Sánchez calificó en su carta pública de “marcada orientación derechista y ultraderechista”.
Según esas versiones, Begoña Gómez se habría valido del estatus personal de esposa del presidente del Gobierno para recomendar o avalar a empresarios en varias licitaciones públicas y beneficiar a un allegado en otra licitación, de acuerdo con el documento judicial obtenido por CNN.
Durante las últimas jornadas, las movilizaciones sociales, los mensajes de apoyo al presidente y las especulaciones sobre su decisión ha protagonizado la agencia política nacional. Así, su discurso institucional se resumen en la siguiente sentencia: “He decidido seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia del Gobierno de España”.
El discurso íntegro de Pedro Sánchez
“Buenas tardes. Como saben el pasado miércoles escribí una carta dirigida a toda la ciudadanía, en ella les planteaba si merecía la pena soportar el acoso que desde hace 10 años sufre mi familia a cambio de presidir el Gobierno de España.
Hoy, tras estos días de reflexión, tengo la respuesta clara, si aceptamos todos como sociedad que la acción política permite el ataque indiscriminado a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras más groseras sustituyan el debate respetuoso y racional basado en evidencias, entonces no merece la pena.
Por muy alto que sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas que uno más quiere y respeta, y ver cómo se intenta destruir su dignidad sin el más mínimo fundamento.
Tal y como les anuncié, necesitaba parar y reflexionar sobre todo ello. Y sé que la carta que les envié pudo desconcertar porque no obedece a ningún cálculo político y es cierto. Soy consciente de que he mostrado un sentimiento que en política no suele ser admisible. He reconocido ante quienes buscan quebrarme, no por quién soy sino por lo que represento, que duele vivir esta situación, que no deseo a nadie.
También porque sea cual sea nuestro oficio, nuestra responsabilidad laboral, vivimos en una sociedad donde sólo se nos enseña y se nos exige mantener la marcha a toda costa. Pero hay veces en que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidir con claridad por donde queremos caminar. He actuado desde una convicción clara. O decimos basta o esta degradación de la vida pública determinará nuestro futuro condenándonos como país.
Es cierto que he dado este paso por motivos personales, pero son motivos que todo el mundo puede entender y sentir como propios porque responden a valores troncales de una sociedad solidaria y familiar como es la española. Porque esto no es una cuestión ideológica. Estamos hablando de respeto, de dignidad, de principios que van mucho más allá de las opiniones políticas y que nos definen como sociedad.
Lo importante, lo verdaderamente trascendente, es que queremos agradecer de corazón las muestras de solidaridad y de empatía que hemos recibido, de todos los ámbitos sociales. Lógicamente, me van a permitir un agradecimiento especial a mi querido Partido Socialista.
En todo caso, gracias a esa movilización social que ha influido decisivamente en mi reflexión y que vuelvo a agradecer, quiero compartir con todos ustedes lo que finalmente he decidido. De ello he informado previamente al Jefe del Estado esta misma mañana. He decidido seguir. Seguir con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno de España. Esta decisión no supone un punto y seguido. Es un punto y aparte.
Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia. Pongamos fin a este fango de la única manera posible, mediante el rechazo, colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España. Gracias.”