La familia de un canadiense que murió de un ataque al corazón mientras disfrutaba de unas vacaciones con su familia en Varadero, en marzo, han denunciado que el cadáver de su ser querido terminó en Rusia.
Tras pagar 7.300 dólares por el traslado de los restos a Quebec, recibieron un ataúd con el cuerpo de un ruso. Las autoridades cubanas, tras el revuelo del caso, han confirmado que el cadáver fue enviado a Rusia y enterrado cerca de Moscú.
La familia del difunto Faraj Jarjour, un canadiense de 68 años de origen sirio y residente en Montreal, recibió el cuerpo equivocado de un ciudadano ruso 20 años más joven.
El cadáver equivocado
Todo empezó cuando los hijos de Jarjour, Miriam y Karam, llegaron a la funeraria canadiense que recibió los restos desde Cuba y descubrieron que el cuerpo no correspondía al de su padre.
El miércoles, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, conversó con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, sobre el caso de Jarjour.
Poco después, el canciller cubano escribió en la red social X que las autoridades cubanas estaban investigando lo sucedido, y a la vez que expresó sus «condolencias y disculpas» a la familia del ciudadano canadiense.