El juez que preside el juicio penal contra Donald Trump en Nueva York pospuso este martes el posible castigo para el expresidente por supuestamente violar la orden mordaza que limita sus comentarios públicos sobre varias figuras clave del caso.
La Fiscalía solicitó una multa de mil dólares por cada una de las diez publicaciones -difundidas en la red Truth Social y en la página web de la campaña de Trump- que considera que infringen la orden, pero el juez Juan Merchan dijo que no se pronunciaría al respecto en ese momento. Merchan tiene la posibilidad de emitir una resolución por vía electrónica en las próximas horas, en el mismo tribunal cuando se reanude el proceso el jueves, o incluso más adelante.
Trump, acusado de comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels para ocultar una supuesta aventura amorosa con ella y salvaguardar su campaña electoral de 2016, tiene prohibido referirse públicamente a fiscales o testigos -y a sus familiares-, así como al jurado, cuya identidad está protegida.
Una «amenaza real» para los implicados
Durante la sesión de este martes, el fiscal Chris Conroy detalló la fecha y contenido de las publicaciones que supuestamente vulneraron la orden judicial y argumentó que fueron una «amenaza real» para los implicados, que temían «con razón» represalias por sus declaraciones.
«El acusado ha violado esta orden en repetidas ocasiones y no ha dejado de hacerlo», afirmó Conroy, quien también pidió que las publicaciones fueran eliminadas y que el juez recordara a Trump que, de continuar violando la orden, afronta un castigo de hasta treinta días en prisión.
El abogado defensor de Trump Todd Blanche respondió que su cliente sabe «qué permite hacer la orden mordaza» y no hubo por su parte «ninguna violación intencional». «Está en su derecho de responder a ataques de carácter político», argumentó Blanche, explicando que Trump utilizó Truth Social para responder a su exabogado Michael Cohen por temas relativos a la campaña electoral y no al juicio.
Un intenso tira y afloja
Lo que vino después fue un intenso tira y afloja -con un Trump ataviado con su típica corbata roja e inmóvil mirando al frente- entre Blanche y Merchan, quien acabó espetándole al abogado defensor que estaba perdiendo «toda la credibilidad» ante la corte.
«Usar su nombre (de Michael Cohen) no está prohibido; trazar una conexión con el juicio, sí», esgrimió el juez encargado del caso, cuya figura, así como la del fiscal titular, son las únicas que no están protegidas legalmente por la orden mordaza.
«Esto es como leer una novela. Incluso si reposteo un artículo y se menciona el nombre de alguien, estoy violando la orden mordaza. Creo que es una venganza y es totalmente inconstitucional», se quejó Trump después en los pasillos del tribunal.