El Gobierno de Venezuela tildó de «ridículo panfleto» el más reciente informe sobre derechos humanos que publicara el Departamento de Estado de los EE.UU., que, según Caracas, fue rellenado por Washington «con mentiras y falsedades» sobre el país suramericano, pese a no tener «ninguna moral» para pronunciarse sobre ese tema.
«Quienes están reconocidos en el mundo entero como los más flagrantes transgresores de los derechos fundamentales, que apoyan a regímenes neonazis como Israel y promueven guerras y matanzas a escala global, deben cerrar sus bocas en esta materia. Simplemente están inhabilitados de opinar en dicha materia», reza parte de un comentario que publicara en X el canciller venezolano, Yván Gil.
El funcionario llamó a recordar que el Gobierno estadounidense diseñó «el plan de agresión más vil hacia las venezolanas y venezolanos», que ha implementado con el apoyo de «sus lacayos locales», en interés de atentar «en contra de todos sus derechos fundamentales» y «con objetivos declarados públicamente de hacer sufrir a la población y consolidar su estrategia de cambio de régimen en favor de la oligarquía apátrida». Todo lo cual, añadió, se ha traducido «en una violación masiva de derechos humanos y en delitos que se califican de lesa humanidad».