Al menos siete personas han resultado heridas leves tras el terremoto de magnitud 6,6 registrado a última hora del miércoles en el oeste de Japón, que ha provocado además algunos daños por deslizamientos de tierra y dejado tuberías rotas.
Los heridos, con edades comprendidas entre los 20 y 90 años, se produjeron principalmente en caídas, entre ellos una sexagenaria que se rompió un dedo tras precipitarse por las escaleras en la ciudad de Toon, prefectura de Ehime, una de las que registró mayor intensidad, según el balance recogido este jueves por la cadena pública NHK.
En la localidad de Sukumo, en la vecina prefectura de Kochi, se recibieron múltiples informes de daños en viviendas, como tejas caídas, ventanas rotas o grietas, y hubo un corte temporal de agua, ya resuelto, aunque se han recibido 30 consultas por tuberías rotas, fugas y agua turbia del grifo, además de una decena de informes de farolas caídas o tendidos eléctricos cortados o descolgados.