La estilista contó la historia de la insólita situación y como la Policía tuvo que intervenir en la situación.
Una joven estilista de Argentina contó cómo surgió la inusual situación que vivió en la peluquería que trabaja y sorprendió a todos los presentes. Según detalló en el video que compartió en redes sociales, donde una clienta se acercó al lugar para realizarse un peinado llamado “trenzas fulani braids” pero al momento de pagar le dijo que no le funcionaba la billetera virtual e intento irse del lugar. Sin embargo, la chica tomó una drástica decisión: la dejó pelada.
El episodio ocurrió el viernes en una peluquería de Ezeiza. La joven llamada May, relató en la cuenta de TikTok de su negocio @dreadlocksmay, como fue toda la secuencia y se viralizó rápidamente.
De acuerdo con lo detallado, la chica compartió en sus redes sociales el inicio del procedimiento para realizar las trenzas. En las imágenes, según precisó, se alcanzó a ver la cara de la clienta, por lo que otra chica que asiste al mismo lugar la advirtió. “Me dijo ‘May, tené cuidado porque esta chica tiene la modalidad de ir a las estéticas, hacerse de todo e irse sin pagar’. Entonces le dije que iba a terminar de trabajar y le iba a avisar para que la espere afuera”, señaló.
“Ella llegó y se quedó afuera. Ahí empecé a ver como que me estaba haciendo la misma historia de que le habían hackeado la cuenta, que no tenía la plata”, sumó May. “Me decía ‘voy acá a la vuelta y te traigo el efectivo’, pero no accedí a que se vaya”, agregó la estilista.
En el mismo sentido, la peluquera le insistió para que pegue en el lugar o que alguien más le acerque el dinero hasta el local. Sin embargo, la otra clienta, que la había advertido previamente, llamó a la Policía.
“Cuando los efectivos llegaron preguntaron cuál era el problema. Les explicamos la situación y hablaron con ella. Después volvieron y nos dijeron que la chica no tenía para pagar y llegamos al acuerdo de que le retiraba las trenzas”, sostuvo. “Cuando se las estaba sacando me dijo que si quería iba y se las hacía devuelta, así que la mejor opción que tomé fue cortárselas de raíz. Le saqué todo porque me pareció que no era justo que juegue con mi trabajo ni con el de ninguna colega. Llegamos a ese acuerdo: yo le retiraba las trenzas y ella no iba detenida. Accedió y fue todo con presencia de la policía”, detalló la estilista.
“Cabe aclarar igual que en ese momento había un policía en el local porque estamos al lado de un colegio en el que siempre ponen una patrulla”, señaló. “Es un bajón, porque parece ser que tiene esta modalidad de no pagar. Ella me decía que la acompañe a unas cuadras, que vivía no sé quién para pagarme. Yo no accedí… En fin, las trenzas no se las va a poder hacer en ningún otro lado de acá un par de meses largos”, aclaró la peluquera.
“Lamentablemente, estas cosas hacen que uno tenga que empezar a desconfiar, asegurarse el pago o recibir una seña antes de hacer un trabajo así”, cerró May.