No hay poder humano que haga reaccionar al equipo de Diego Vazquez. Los extranjeros no marcan diferencia, los suplentes no aportan lo suficiente.
Motagua y Real España quedaron 1-1 y para los Azules fue pérdida. Ya son cinco empates, no se le gana a grandes y peor a chicos. Lo cierto es que el Mimado renunció a la clasificación directa.
A los 18 Bryan Félix abrió el marcador tras una desaplicación defensiva de los Azules. Félix remató a placer con toda la confianza, sin presión y con el arco abierto.
A los 25 Auzmendi salvó el honor. El argentino anotó de cabeza y puso el 1-1.
La verdad es que el Ciclón estuvo más cerca de encontrar el gol, pero el mismo problema que viene arrastrando desde hace años en la Liga Nacional, en el torneo internacional le sigue ocasionando problemas, LA FALTA DE CONTUNDENCIA.