El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó por primera vez el puente de Baltimore que se derrumbó la semana pasada por la embestida de un buque y prometió poner todo su empeño en la reconstrucción de la infraestructura y en el desbloqueo del acceso al puerto.
A bordo del helicóptero presidencial Marine One, Biden sobrevoló las labores de remoción de escombros, donde todavía permanecen tanto la estructura derrumbada como el carguero, y luego se reunió con autoridades locales, ingenieros y miembros de la Guardia Costera de Estados Unidos. «Vamos a mover cielo y tierra para reconstruir este puente», dijo ante la prensa con la plataforma derrumbada como talón de fondo.
Biden estuvo acompañado de varias autoridades, entre ellas el gobernador de Maryland, Wes Moore, quien ha ganado popularidad con la gestión de la tragedia, y prometió que la población local tiene el «respaldo» de toda la nación.
El presidente, quien aspira a su reelección en los comicios de noviembre, aseguró que la Administración federal cubrirá la totalidad de los gastos para volver a erigir el puente, una infraestructura que él mismo ha cruzado innumerables veces para trasladarse desde su residencia en Delaware hasta Washington. También predijo que a finales de mayo existirá ya un canal lo suficientemente amplio como para desbloquear los accesos al puerto de Baltimore y acabar con la actual interrupción de la cadena de suministros, que genera pérdidas millonarias cada día.
El puente Francis Scott Key se derrumbó la madrugada del 26 de marzo por el impacto del buque portacontenedores Dali, que sufrió un apagón energético después de salir del puerto de Baltimore, uno de los más importantes del país.
Antes del impacto, el barco emitió una alerta, lo que permitió a las autoridades cortar el tráfico del puente, por el que cada día cruzaban unos 30.000 vehículos, y evitar una tragedia mayor. Pero seis trabajadores que estaban tapando baches en el puente, todos ellos migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, fallecieron en el derrumbe y solo dos de los cuerpos han sido recuperados.
El mandatario, que tras su comparecencia tenía previsto encontrarse con familiares de las víctimas, expresó su dolor por la muerte de estas seis personas y aseguró que nunca olvidará «las contribuciones» hicieron para la ciudad.
Como en anteriores tragedias, Biden se puso en la piel de los familiares, al recordar que él perdió a su esposa e hija en un accidente de tráfico en 1972 y a otro hijo por cáncer en 2015. «Sé lo que es perder un pedazo de tu alma al recibir una llamada telefónica a altas horas de la noche diciendo que tus familiares se han ido, yo he estado allí», expresó. Las autoridades del puerto de Baltimore han abierto dos canales provisionales para navíos esenciales para dar respuesta a la tragedia, pero estos no permiten el tráfico de grandes buques.
Según la Casa Blanca, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército espera abrir a finales de abril un canal de acceso para algunos navíos que transportan automóviles y productos agrícolas, y restaurar la capacidad normal del puerto a finales de mayo. La Administración federal ha dispuesto una primera partida de 60 millones de dólares de fondos de emergencia. Pero Biden necesitará una autorización presupuestaria del Congreso para cubrir la totalidad de los costes de la reconstrucción del puente, que se estima sea de 400 millones de dólares y que las obras se alarguen dos años.