El gabinete de seguridad de Israel aprobó la reapertura del paso fronterizo de Erez, entre Israel y el norte de Gaza, por primera vez desde los ataques de Hamas del 7 de octubre, según informó el jueves un funcionario israelí a CNN.
El funcionario israelí dijo que el cruce se abriría para permitir la entrada de más ayuda humanitaria en Gaza. El gabinete también aprobó el uso del puerto israelí de Ashdod para ayudar a transferir más ayuda al enclave.
El anuncio se produce en medio de la creciente furia internacional por los ataques israelíes que mataron a siete trabajadores humanitarios de la World Central Kitchen en Gaza. Israel ha reconocido su responsabilidad en las muertes, pero mantiene que el ataque no fue deliberado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el jueves que la situación humanitaria general en Gaza es inaceptable en una llamada con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y advirtió a Israel que tome medidas para abordar la crisis o se enfrentará a las consecuencias.
El cruce de Erez, un paso peatonal, fue uno de los puntos fronterizos violados por los combatientes de Hamas el 7 de octubre cuando lanzaron su sangriento ataque contra Israel, matando a 1.200 personas y tomando a otras 250 como rehenes.
Sigue sin estar claro cómo se llevará a cabo la reapertura; los volúmenes de entregas de ayuda que se han permitido hasta ahora a través de los cruces de la frontera sur de Gaza han sido insuficientes en comparación con la magnitud del sufrimiento humano en el territorio.
Las Naciones Unidas acogieron con cautela la noticia de la reapertura. «Es una noticia positiva, pero, por supuesto, tendremos que ver cómo se implementa. Necesitamos un alto el fuego humanitario y una afluencia masiva de ayuda», declaró el jueves el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.
La principal agencia de la ONU en Gaza, la UNRWA, ha sido marginada por Israel y su presencia sigue restringida en algunas partes del enclave, especialmente en el norte, donde el riesgo de hambruna es mayor y se han registrado casos de muerte por inanición.
Desde enero, los habitantes del norte de Gaza se han visto obligados a sobrevivir con una media de solo 245 calorías al día, según Oxfam.
Desde los ataques terroristas del 7 de octubre, el asedio israelí a Gaza ha causado la muerte de más de 32.916 personas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, y ha provocado una espiral de crisis humanitaria en la que casi tres cuartas partes de la población del norte de Gaza padece niveles catastróficos de hambre, según un informe respaldado por Naciones Unidas.
Los puntos de ingreso a Gaza
Los pasos fronterizos terrestres de Gaza, por los que tradicionalmente ha entrado en el territorio la mayor parte de la ayuda vital, siguen estando fuertemente restringidos por Israel. Las agencias de ayuda han acusado a Israel de estrangular la entrada de ayuda en el territorio devastado por la guerra, aunque Israel ha dicho que no tiene «ningún límite» en la cantidad de ayuda que puede entrar.
Antes de que comenzara la guerra, Israel restringió todos los accesos a Gaza por mar y aire, y mantuvo los pasos terrestres bajo estricto control. Disponía de dos cruces funcionales con el enclave: Erez, destinado a la circulación de personas, y Kerem Shalom, para mercancías.
Gaza también tiene un paso fronterizo con Egipto, en Rafah, gestionado por las autoridades egipcias. Aunque Israel no tiene control directo sobre este paso, vigila toda la actividad en el sur de Gaza.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, prometió interrumpir el suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible al enclave palestino después de que combatientes de Hamas mataron a 1.200 personas en Israel y tomaron más de 250 rehenes el 7 de octubre.
A finales de octubre empezó a entrar ayuda a través de Rafah y, tras la presión de Estados Unidos, Israel empezó a permitir el paso de camiones de ayuda a través de Kerem Shalom a finales de diciembre, pero a un ritmo muy inferior al de los 500 camiones comerciales y de ayuda diarios que había antes de la guerra.