En lo que supone una clara muestra de poder, sobre todo militar, la presidenta Dina Boluarte posaba con un rostro rígido al lado de los altos mandos militares que integran el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en el Palacio de Gobierno.
Esta vez, la excusa para ejercer tal demostración de poder simbólico, correspondía al cambio de guardia del regimiento mariscal Domingo Nieto, que se realiza de manera usual todos los domingos al medio día.
Sin embargo, en medio de la crisis suscitada debido a su reticencia a declarar respecto a la procedencia de Rolex que ostenta, esta actividad ofrece un claro mensaje a la ciudadanía: el Ejército la respalda.
En el evento, que fue registrado por diversos medios de comunicación, se puede dar cuenta del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, David Guillermo Ojeda Parra; en compañía de los generales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina, quienes han llegado al Palacio de Gobierno al promediar las 12:15 de la mañana de este domingo 31 de marzo.
Así, un día después de enfrentarse no solo al cuestionamiento y rechazo popular por el escándalo de los Rolex, que debido a su falta de atención a la Fiscalía de la Nación culminó con un allanamiento no solo a su domicilio, sino también al Palacio de Gobierno; la presidenta Boluarte ha decidido contar en esta actividad con la presencia de César Briceño Valdivia, actual Comandante General del Ejército; Luis Polar Figari, en la comandancia de la Marina de Guerra; y Carlos Chávez Cateriano, como Comandante General de la Fuerza Aérea del Perú.
La muestra de poder ante las mociones de vacancia en el Congreso
Esta muestra de poder viene en un contexto en el que no solo bancadas del Congreso, sino también partidos políticos y cuentas institucionales de diferentes ministerios han manifestado un rechazo ante las acciones que la Fiscalía de la Nación perpetró el pasado 30 de marzo en el domicilio de la mandataria.
Dicha intromisión ha sido calificada como desmedida por parte de la clase política peruana, que insiste en que se trataría de un acto “politizado”, pese a que en oportunidades anteriores durante el periodo de gestión de Pedro Castillo también se llevaron a cabo operativos de este tipo que, incluso, gozaban de la simpatía de los mismos actores que ahora la cuestionan.
Es importante destacar también que un día antes de detallarse la presencia de estos altos mandos militares en el Palacio de Gobierno, se presentaron al menos dos mociones de vacancia por incapacidad moral en contra de la presidenta Dina Boluarte; quien en un Mensaje a la Nación que ha sido señalado como poco claro, afirmaba la existencia de una “campaña de acoso sistemático”.
Un cambio de guardia restringido por la envergadura de los invitados
En esta misma actividad, se detalló también la presencia de su jefe de Gabinete, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, quien, con el mismo talante adusto de la mandataria, acompañaba la ceremonia. Cabe destacar que una actividad como el cambio de guardia es un acto protocolar usual que transcurre cada fin de semana al medio día en el Palacio de Gobierno, y que muchas veces no goza con la compañía de la presidenta, por la “apretada agenda”, que en varias oportunidades ha alegado tener.
No obstante, en esta oportunidad, la mandataria habría logrado hacerse de un breve espacio para aparecer en dicho evento protocolar y no sola, sino con la presencia de los cuatro altos mandos militares sobre los que ha negado tener comando en repetidas oportunidades, a fin de salir eximida de responsabilidad por las muertes de 49 peruanos a inicios de su gobierno.
La actividad del cambio de guardia era tan habitual, que incluso la ciudadanía en su mayoría participaba y tenía la posibilidad de acercarse a la berma que colinda con el Patio de Honor del Palacio de Gobierno a fin de poder ser testigos del espectáculo.
Hecho que dista totalmente de la situación actual, en la que, a fin de preservar la integridad de los asistentes al acto protocolar, se ha procedido con enrejar toda la Plaza Mayor de Lima, restringiendo el acceso de transeúntes curiosos.