El papa francisco, de 87 años, anuló a último minuto su participación en el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma, anunció el Vaticano en un contexto de persistentes preocupaciones por su debilitada salud.
“Para preservar su salud en preparación para la vigilia de mañana y la misa del Domingo de Pascua, el papa Francisco seguirá el Vía Crucis del Coliseo desde la residencia de Santa Marta”, informó el Vaticano en un comunicado.
La silla del papa ya estaba colocada en una colina del Coliseo, pero justo después del anuncio, pocos momentos antes del inicio de la ceremonia, los organizadores la retiraron.
“Se trata simplemente de una medida de precaución”, indicó una fuente del Vaticano, que aseguró que la salud del papa, que en las últimas horas estuvo “en buena forma”, no suscita “ninguna preocupación particular”.
El jesuita argentino también anuló su participación en este rito al aire libre en 2023 por motivos de salud, pero el año pasado el Vaticano informó con anterioridad que el pontífice no participaría ya que estaba convaleciente tras haber sido hospitalizado por una bronquitis.
El tradicional Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo es una de las fechas más importantes del calendario de la Iglesia católica y miles de fieles de numerosos países, muchos con velas, se congregaron en silencio para asistir a este rito de Semana Santa.
En un hecho inédito desde su elección en 2013, el papa redactó los textos que se pronunciarán en cada una de las 14 estaciones que simbolizan el calvario de Jesús, según la tradición cristiana.
El Vaticano informó que estas meditaciones son “una conversación cara a cara con Cristo, compuesta de reflexiones, interrogantes, introspecciones, confesiones e invocaciones”.