Kate Middleton, la princesa de Gales, se ha convertido en la gran protagonista de la actualidad internacional tras confesar, el pasado viernes, que está siendo tratada de un cáncer que le descubrieron durante su cirugía abdominal.
Sin embargo, no es el único miembro de la familia real británica que está pasando por un momento difícil de salud. Cabe recordar que a comienzos de febrero el rey, Carlos III, desveló que le habían diagnosticado un cáncer del que está siendo tratado.
Desde entonces no se ha conocido nueva información sobre cómo está llevando el tratamiento, pues la institución ya anunció que ni se iban a compartir actualizaciones sobre su estado ni a confirmar una fecha para su reaparición. “El rey se muestra optimista con su tratamiento y espera volver a desempeñar plenamente sus funciones públicas lo antes posible”, se podría leer en el comunicado.
La poca información que se ha revelado con respecto a su salud la ha compartido su entorno más cercano, tal y como acaba de suceder. Peter Phillips, hijo mayor de la princesa Ana y, por tanto, sobrino de Carlos, ha concedido una entrevista al medio australiano Sky News Australia en la que ha explicado cómo va la recuperación de su tío y cómo se encuentra en medio de su tratamiento.
“Está frustrado por no poder seguir adelante y hacer todo lo que quiere”, ha confesado Peter, que ha añadido que pese a la situación su tío está siendo “pragmático, aunque entiende que hay un periodo de tiempo en el que necesita centrarse en sí mismo”.
Los deseos más inmediatos de Carlos III, según su sobrino, es volver a la rutina y retomar su agenda oficial y es que “siempre está presionando a su personal y a todos, sus médicos y enfermeras, para que le puedan decir: ‘¿Puedo hacer esto o aquello?”. “Creo que el mensaje predominante sería que obviamente está muy interesado en volver a una forma de normalidad y probablemente está frustrado porque la recuperación está tardando un poco más de lo que probablemente le gustaría”, ha añadido en la entrevista.
Recuperación lenta
Las últimas noticias que se tenían de Carlos las compartió su mujer, que aseguró en una de sus últimas apariciones públicas, en Irlanda del Norte, que “está muy bien”, aunque “decepcionado” por no poder acompañarla en el acto.
Ante las bajas médicas de Carlos y Kate, el peso de la corona está recayendo en los hombros de sus cónyuges. La reina Camilla y el príncipe Guillermo no solo están cargando con más trabajo del que les corresponde, sino que además tienen un extra de presión debido al complicado momento personal de la familia, pues deben continuar con sus responsabilidades cuando seguramente lo que más les apetezca es estar en casa y en familia.