Las autoridades rusas arrestaron a 11 personas, reportaron medios estatales el sábado, un día después de que hombres armados irrumpieron en una sala de conciertos de Moscú en un macabro ataque que dejó al menos 143 muertos.
El Comité de Investigación ruso señaló que cuatro de los detenidos estuvieron implicados de forma directa en el incidente que causó un incendio en el centro comercial y provocó el derrumbe del techo de su sala de conciertos.
Las agencias rusas parecieron sugerir que el atentado estaba relacionado con Ucrania aunque el Estado Islámico se atribuyó la autoría en un comunicado. Un funcionario de inteligencia de Estados Unidos dijo a The Associated Press que las agencias estadounidenses habían confirmado que el grupo extremista era el responsable del ataque.
Los cuatro sospechosos fueron detenidos en la región de Bryansk, al oeste de Rusia, “no lejos de la frontera con Ucrania», indicó el Comité de Investigación. Tenían previsto cruzar la frontera al país vecino, donde “tenían contactos”, reportó la agencia noticiosa estatal Tass, citando al Servicio Federal de Seguridad (FSB). El director del departamento informó al presidente del país, Vladímir Putin, de los arrestos el sábado, según Tass.
El incidente se produjo apenas unos días después de que Putin consolidó su control del país con una aplastante victoria electoral. Fue el ataque más letal registrado en Rusia en años y ocurrió mientras la guerra del país en Ucrania entró en su tercer año.
Poco después del asalto, algunos legisladores rusos apuntaron a Ucrania. Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, negó cualquier implicación de Kiev.
“Ucrania nunca ha recurrido al uso de métodos terroristas», dijo en X, antes Twitter. “Todo en esta guerra se decidirá únicamente en el campo de batalla».