En poco menos de dos semanas el repunte de la violencia en Haití ha obligado a más de 33.000 haitianos a huir de Puerto Príncipe, la capital. Un organismo adjunto a la ONU dice que el saqueo de las pandillas y la inseguridad es la causa de la situación.
“Los ataques y la inseguridad generalizada empujan a cada vez más personas a salir de la capital para encontrar refugio en las provincias, arriesgándose a pasar por las rutas controladas por las pandillas”, afirmó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en su informe.
Haití vive una espiral de violencia sin precedentes. Las bandas armadas han tomado el control de los principales puntos de la capital, fundamentalmente en la figura de Jimmy ‘Barbacoa’ Cherizier cuya asociación de bandas G9 Familia y Aliados ha dejado a las fuerzas policiales sin poder tener el verdadero control del país.
Se calcula que desde los sucesos de finales de febrero cuando las pandillas asaltaron una penitenciaría y dos de las más importantes cárceles del país para liberar a más de 4.000 reos, unas 17.000 personas han quedado sin hogar.
Más del 90 % de quienes huyeron lo hicieron por autobús, obligados a atravesar la comunidad de Martissant, que conecta Puerto Príncipe con la región sur de Haití y está controlada por pandillas en pugna que han matado a docenas de civiles en el área, indica The Associated Press.
El primer ministro Ariel Henry viajó en febrero a Kenia para formalizar el envío de 1.000 policías, pero el desborde de la violencia le obligó a aterrizar en Puerto Rico y no en República Dominicana como tenía planeado.
Entonces anunció que renunciaría cuando las fuerzas políticas hubieran alistado un consejo de transición presidencial, el que cuenta con el apoyo de Washington y países de la Comunidad del Caribe (CARICOM).