Una académica con pergaminos profesionales, desconocida en el debate político, desprovista de leyendas y con la suficiente dosis de compromiso institucional y democrático. Con la designación de Corina Yoris como candidata alternativa a María Corina Machado, inhabilitada por el chavismo, las facciones de la oposición venezolana parecen haber encontrado el anhelado punto de consenso para darle continuidad a la iniciativa electoral de este año, sin extraviar el mandato político de la elección primaria del pasado 22 de octubre.
Yoris, que formó parte del grupo de personalidades de la sociedad civil que integró la Comisión Nacional de Primaria de la oposición en la que arrasó Machado con más del 90% de los votos, el pasado 22 de octubre, ingresó hace unos días con su propio sillón a la Academia Venezolana de la Lengua.
El nombramiento de Yoris como candidata alternativa produjo una sorpresa inicial en la opinión pública, luego de horas de conjeturas e indagaciones, en virtud de que es una persona poco conocida entre la población. Progresivamente, sin embargo, una sensación de optimismo y beneplácito se fue extendiendo en muchos voceros de la oposición venezolana al conocer la noticia.
Poco o nada se ha comentado de su inexperiencia en el campo político: tal circunstancia, rodeada del comando de Machado y el voluntariado nacional, es apreciada más bien como un aval entre observadores y políticos. Nacida en Caracas, Corina Yoris Villasana (1944) es Licenciada en Filosofía y Letras y se doctoró en Historia en la Universidad Católica Andrés Bello, institución donde recibió la distinción Orden UCAB, y el premio a la Investigación Filosófica Federico Riu. Ha sido también profesora de la Universidad Metropolitana.
Se ha desempeñado como profesora de Lógica y de Teoría de la Argumentación en la Universidad de Salamanca, en España, y tiene un master en Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas. Docente a tiempo completo, ha sido presidenta de la Sociedad Venezolana de Filosofía e integrante de la Junta Directiva de la Red Interamericana y la Sociedad Iberoamericana de Filosofía. Yoris ha desempeñado también un visible trabajo académico en México en el campo de la lógica y la filosofía de la ciencia, y es miembro de la International Etienne Gibson Society. En un apartado más superficial, Yoris es una fanática seguidora del Real Madrid.
Los méritos académicos y profesionales de Yoris fueron ponderados por la propia María Corina Machado, quien en todo momento quiso ofrecer a la opinión pública, con ella a su lado, una solución de continuidad respecto a su propio esfuerzo: “Hemos encontrado una persona de mi total confianza, honorable, que surgió del seno de la Plataforma Unitaria Democrática. Todos saben que mi lucha no se acaba”.
Luego, para ofrecer a todos la certeza de que sigue encabezando el proceso de campaña, agregó: “La ley establece que hasta 10 días antes de la elección puede haber una sustitución de un candidato. Así que aquí vamos a luchar hasta el último día”. El nombre de Yoris, que ha desatado una euforia contenida en ciertos sectores de la oposición, deberá ser acompañado, de acuerdo con algunas fuentes vinculadas, de otros posibles candidatos voluntarios, para que queden inscritos en la lista de aspirantes y ocupen su vacante en caso de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fabrique otro argumento para inhibir su postulación.
El hermetismo, en este y otros temas, en el entorno del comité de campaña de María Corina Machado, sin embargo, es completamente infranqueable. Otro de los nombres que suena es Teresa Albanes, académica con dilatada experiencia en participación civil en estos años, presidenta de la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática en sus elecciones primarias frente al chavismo en 2011. Al aceptar el delicado encargo político del momento, Yoris comentó: “Venezuela va hacia un camino de transición y tenemos que recorrerlo juntos. Todos somos necesarios en este momento. Dios nos puso a las mujeres a parir. Estamos pariendo el país, pero necesitamos el apoyo de la mano del hombre […]. Somos todos nosotros, es Venezuela, esa Venezuela que quiere recuperar su libertad y dignidad.”