Courtois se retiró llorando del entrenamiento y en Valdebebas saltaron todas las alarmas ante el temor de una nueva lesión de gravedad. Y las pruebas posteriores así lo confirmaron: rotura del menisco interno de la rodilla derecha.
Courtois empezó el entrenamiento con normalidad pero se resintió al poco de iniciar la sesión. El susto fue mayúsculo, pero las primeras exploraciones, dentro de la mala noticia, descartaron una lesión como la que sufrió al inicio de la temporada.
El menisco de la otra rodilla, la derecha, roto. Aunque aún debe pasar pruebas, pero todo apunta a que deberá pasar por el quirófano para someterse a una limpieza. No es un problema extremadamente grave, pero el palo ahora a que ya estaba a punto de volver ha sido tremendo para el portero.
Lunin en la Champions
Ancelotti había planificado los próximos entrenamientos de los próximos días con la calculadora en la mano. Su idea era que el portero belga pudiera ocupar la portería ante el Manchester City si las sensaciones eran buenos. Con ese objetivo trabajaban de la mano el cuerpo técnico y Courtois, que nunca se había marcado plazos, pero que después de tanto sufrimiento y trabajo veía ya muy cerca la recompensa. Este frenazo le deja tocado, aunque su cabeza ya está en la próxima temporada. A la Eurocopa, recordemos, ya había renunciado.