Gran parte del debate sobre la inmigración ilegal a Estados Unidos se ha centrado en las últimas semanas en el sur, en el tapón del Darién.
Esta peligrosa ruta que se extiende por partes de América Central y del Sur ha visto a un número cada vez mayor de personas pasar en su camino para solicitar asilo en los Estados Unidos.
Para explorar las razones, The Conversation recurrió a Sara McKinnon, académica en inmigración de la Universidad de Wisconsin-Madison, que conoce bien la región y ha entrevistado a personas que lo han atravesado.
¿Dónde está el tapón del Darién?
El tapón del Darién es una densa selva que se extiende por el norte de Colombia y el sur de Panamá. El terreno, de aproximadamente 60 millas de ancho, es fangoso, húmedo e inestable.
No existen caminos pavimentados en el tapón del Darién. Sin embargo, a pesar de esto, se ha convertido en una ruta importante para la migración humana global.
Dependiendo de cuánto puedan pagar, las personas deben caminar entre cuatro y diez días subiendo y bajando montañas, cruzando ríos de corriente rápida y a través de barro, cargando con todo lo que tienen (y a menudo cargando a niños que son demasiado pequeños para caminar) para poder llegar.
Aquellos que logran cruzar toman autobuses a través de la mayor parte de Centroamérica y se dirigen hacia el norte a través de México hasta la zona fronteriza de Estados Unidos.
El servicio de telefonía celular se detiene una vez que la gente ingresa al denso bosque. Los migrantes dependen de los “guías” pagados y de otros migrantes para salir adelante.
En la década anterior a 2021, 10,000 personas anualmente tomaban esta ruta en su camino hacia el norte para buscar residencia en Estados Unidos y Canadá.
Luego, en 2021, el gobierno panameño documentó 133,000 cruces, un aumento dramático en el movimiento humano en una extensión de tierra tan volátil. En 2023, más de medio millón de personas transitaron por esta parte del Istmo de Panamá.
¿Por qué es tan peligroso el tapón del Darién?
La ruta, y en realidad toda la trayectoria que siguen las personas cuando migran de América del Sur a América del Norte, está controlada por organizaciones criminales que ganan millones, si no miles de millones de dólares, anualmente en la economía de la migración humana.
Es imposible cruzar esta franja de tierra sin la ayuda de un contrabandista o guía, porque las organizaciones criminales que controlan el territorio exigen un pago por el paso.
Sin embargo, el pago no garantiza un viaje seguro. A veces, las mismas personas a las que se les paga para facilitar el viaje extorsionan a los inmigrantes para pedirles más dinero. También hay informes de grupos armados que tienden emboscadas a quienes están en tránsito para confiscar sus pertenencias y robar el dinero que hayan escondido y cosido en las costuras de la ropa.
La extorsión y el secuestro son hechos comunes, y la ONG Médicos Sin Fronteras informó recientemente de un aumento en los casos de agresión sexual masiva en los que cientos de personas han sido capturadas, agredidas y violadas, a menudo frente a sus familiares. En diciembre de 2023, una persona fue agredida sexualmente cada tres horas y media mientras cruzaba, según Médicos Sin Fronteras.
La naturaleza extrema de la jungla pantanosa también hace que el viaje sea peligroso.