La subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo, condenó las elecciones presidenciales llevadas a cabo por Rusia en territorios ucranianos ocupados, calificándolas de “inaceptables” y como una clara violación del Derecho Internacional Humanitario.
DiCarlo recordó que la ocupación rusa de Crimea y Sebastopol, que comenzó hace una década con un referéndum ilegítimo, se ha expandido a otras regiones de Ucrania en un intento de anexión forzada en las localidades de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, desafiando abiertamente los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
“Según el Derecho Internacional Humanitario, la potencia ocupante (en este caso, Rusia) debe respetar las leyes de Ucrania en los territorios ocupados”, expresó DiCarlo, y agregó que “la intención de Rusia de celebrar elecciones presidenciales hasta el 17 de marzo en zonas de Ucrania bajo su control es inaceptable”.
Destacó, además, las resoluciones de la Asamblea General que condenan estas acciones ilegales y señaló los informes de la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania sobre los “llamados referendos” pasados y las elecciones locales celebradas en un “entorno coercitivo”.
“Cualquier anexión del territorio de un Estado por otro Estado como resultado de la amenaza o el uso de la fuerza es una violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional”, denunció y señaló que, “sin embargo, eso es lo que la Federación Rusa ha intentado en Ucrania, causando en el proceso un sufrimiento y una destrucción indescriptibles”.
DiCarlo aseguró que la situación humanitaria en Ucrania sigue siendo terrible en medio de la intensificación de los ataques aéreos por parte de las fuerzas rusas, como lo destacó la semana pasada la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Un nuevo informe de la Comisión de Investigación sobre Ucrania, publicado este viernes, proporciona nuevos conocimientos y confirma conclusiones anteriores de que la tortura contra civiles por parte de las autoridades rusas en Ucrania y Rusia ha sido generalizada y sistemática.
“Los relatos de las víctimas revelan un trato brutal e implacable que inflige dolor y sufrimiento severos durante detenciones prolongadas, con un flagrante desprecio por la dignidad humana”, denunció, exigiendo que todos los perpetradores de violaciones tan atroces rindan cuentas.