Hace unos meses la población de Jiangsu se sorprendió con la noticia de una mujer pidiendo ayuda por tener un candado de bicicleta alrededor del cuello, en la comisaria de Huían (Jiangsu, China).
El niño jugaba al lado de su madre, mientras ella lavaba el baño, pero en un momento le puso el candado alrededor del cuello. Ella, sin sentir pánico y hasta divertida (porque supuestamente, tenía la clave), intentó quitárselo, pero lo que no sabía es que el infante ya había cambiado la combinación y la había olvidado.
Así que entró en pánico y decidió acudir a la comisaria. Los policías, después de varios intentos y al examinar el candado, decidieron llamar al equipo de bomberos locales, quienes tomaron una toalla y con la ayuda de alicates lograron cortarlo. Cuando cumplieron su objetivo, la mujer pudo respirar por fin con alivio.
Los bomberos le advirtieron a la señora que debería educar mejor a su hijo a lo que ella contesto que ya lo había azotado por su mal comportamiento y que estaba en casa durmiendo.