El Atlético de Madrid se clasificó, con agonía y suspense, a los cuartos de final de la Champions League por la vía de los penaltis tras el 2-1 de los 120′ ante el Inter. Federico Dimarco adelantó a los visitantes para aumentar la ventaja, pero Griezmann primero y Memphis Depay después empataron las acciones de un partido tan largo como vibrante.
El conjunto colchonero esperaba una mejor presentación tras haberla sacado barata en Milán con solo un gol en contra. Una renta que se antojaba remontable por lo corta, pero no por el rival, que corre raudo hacia el Scudetto en su liga y que volvería a plantar un bloque bajo cerca a Yann Sommer, con el ancla puesta para proteger el puerto.
Tuvo que pasar media hora para destrabar la situación en el luminoso. Fue Federico Dimarco el que apuñaló el costado rojiblanco, entrando como daga hasta el área a rematar el centro de Nicolò Barella. Oblak quedó a merced del carrilero italiano. Los visitantes aumentaban su ventaja y asestaban un golpe que requería reacción inmediata.
Fue el caso, cargando contra el área interista en la siguiente jugada y celebrando el empate del partido -el descuento en la eliminatoria-. Griezmann acudió a la cita del rescate, recogiendo la pelota tras una serie de rebotes. Zurdazo y a guardarla. Ni el VAR iba a cambiar el destino, analizando un fuera de juego que no existió.
ASEDIO ROJIBLANCO
Espoleado, el Atlético se fue al descanso con la misma actitud con la que salió: decidido a concretar su remontada. Tuvo en sus botas Morata el 2-1 que habría colapsado la granítica defensa ‘nerazzurra’, pero su derechazo se fue lejos, muy lejos, ante la sorpresa de un Griezmann que esperaba libre detrás suyo.
El muro de hormigón visitante seguía en pie. Pateó el tablero Simeone y le dio entrada a Ángel Correa en lugar de Rodrigo de Paul. También ingresó Riquelme por Lino, y en las botas del ex del Girona estuvo una muy buena chance. Los defensores de Inzaghi salvaron la papeleta, y respondió el Inter con un contraataque que Marcus Thuram definió a la quinta bandeja.
MEMPHIS Y OBLAK, HEROICOS
Se repitió el patrón minutos más tarde. Centro de Correa que Depay no pudo controlar, réplica italiana con Barella dejándola en las manos de Oblak. El partido, en un puño. La eliminatoria, en el aire. Pero tuvo revancha Memphis, recibiendo en el área cuando el partido agonizaba y apuntándose un remate raso al que Sommer no llegó ni con su mejor estirada. Sentencia de prórroga.
La media hora resultó un correcalles entre el Inter que despertó y los atléticos animados ante las 69.196 personas que rompieron el récord de asistencia del Metropolitano. Pero no hubo manera. La suerte la dictaron los penaltis. Falló Saúl por el local, aunque con la fortuna de ver también a Alexis Sánchez y Klaasen errar ante un inmenso Oblak. Lo definía Lautaro Martínez, que la envió a las nubes de Madrid. Justo donde están ahora los hinchas rojiblancos, que ya esperan rival en los cuartos de final.
