Más de la mitad de la población de Venezuela vivía aún en la pobreza en 2023, en un contexto de persistentes desigualdades de ingresos y desvanecimiento de los efectos de una tibia recuperación de la economía, según una encuesta de un instituto universitario.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), publicada el miércoles por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), mostró que un 51,9% de la población del país seguía en la pobreza el año pasado, una cifra algo mayor a la de 2022.
Tras años de un colapso económico y elevada inflación que llevó a unos 7 millones de personas a abandonar el país, hubo una leve recuperación económica, pero no se redujo sustantivamente el número de pobres.
En 2022, la pobreza multidimensional, que incluye el nivel de ingresos, acceso a servicios, educación y salud, había sido del 50,5%.
Según el estudio, el año pasado se frenó la mejoría y menos hogares pudieron salir de la pobreza, pese a la existencia de algunos planes sociales de transferencias de dineros y distribución de comida.
“Si es verdad que las transferencias (directas del Estado) han aumentado, pero deberían concentrarse en los sectores vulnerables”, dijo Luis Pedro España, sociólogo e investigador de ENCOVI, al referirse a los pagos, distintos al salario, que hace el régimen chavista y que en su opinión tendrían que asignarse de forma más eficiente a las personas de menos recursos.