Europa se enfrenta a un incremento en los complots terroristas, con algunos sospechosos haciéndose pasar por refugiados y mientras el conflicto entre Israel y Hamas galvaniza a nuevos actores, según revelaron autoridades de diversos países europeos.
Varios países europeos desbarataron en los últimos meses amenazas contra objetivos civiles en general y de la comunidad judía en particular.
En Austria y Bosnia, las fuerzas de seguridad arrestaron en diciembre del año pasado a varios grupos de refugiados afganos y sirios armados, reveló este martes el Wall Street Journal. Estos individuos, encontrados con armamento y munición, incluidas armas de asalto Kalashnikov, aparentaban tener en su mira objetivos judíos e israelíes en Europa, agudizando la alarma sobre los riesgos de seguridad interna.
A finales del año pasado, además, un grupo de ciudadanos tayikos fueron detenidos tras ser descubiertos planear atentados contra la catedral de Colonia (Alemania) y la catedral de San Esteban (Viena) en Navidad. Ambas iglesias se llenan de cientos de visitantes con motivo de las fiestas navideñas.
Este aumento en la actividad terrorista no solo ha movilizado a las fuerzas del orden en Austria y Bosnia, sino también en Alemania, Italia y Suecia.
Tanto en Alemania como en Italia se han realizado operativos significativos, con la detención de individuos vinculados a Hamas y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, ambos calificados como grupos terroristas por la Unión Europea y los Estados Unidos. En Italia, específicamente, tres palestinos fueron detenidos mientras planeaban atentados, incluso suicidas, hacia objetivos civiles y militares en el continente.
El complot iraní en Suecia
Por otra parte, el caso de Suecia, donde Irán desplegó a dos agentes encubiertos como una pareja de refugiados, revela una táctica aún más sofisticada.
Estos agentes, que obtuvieron asilo dos años después de llegar al país, tramaron el asesinato de líderes judíos suecos. Las autoridades creen que la pareja eran agentes durmientes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, un grupo militar iraní designado como organización terrorista en Estados Unidos, y que se les encargaron los asesinatos en 2021.
“Se considera que las personas contra las que iban dirigidos representan a instituciones relacionadas con lo que ellos consideran el Estado enemigo, Israel, aunque nosotros éramos simplemente judíos que vivíamos en Suecia”, declaró al WSJ Saskia Pantell, ex directora de la Federación Sionista y uno de los objetivos de los terroristas.
En otro caso vinculado al régimen persa, un tribunal alemán condenó en diciembre a un hombre germano-iraní a casi tres años de cárcel por intentar poner una bomba incendiaria en una sinagoga de la ciudad de Bochum en nombre del gobierno iraní en noviembre de 2022.
Amenazas renovadas: Hamas y Hezbollah
El papel de los refugiados en estas tramas terroristas ha generado preocupación sobre cómo los grupos extremistas podrían estar explotando la crisis migratoria para infiltrarse en Europa. Esta metodología no solamente recuerda la tragedia de los atentados en París en 2015, perpetrados en parte por terroristas que ingresaron a Europa disfrazados de solicitantes de asilo, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de Europa para proteger sus fronteras sin comprometer su compromiso humanitario.
Además, según investigadores citados por el Wall Street Journal, los distintos incidentes sugieren que la amenaza terrorista en Europa no sólo está creciendo, sino que también procede de nuevas fuentes, lo que complica la labor de las agencias de seguridad.
La ola de atentados que asoló el continente a partir de 2015 estuvo inspirada en gran medida, y en parte dirigida, por el Estado Islámico, la milicia terrorista suní de Siria e Irak. Ahora la amenaza no solo procede de Estado Islámico Khorasan (también conocido como ISIS-K), la organización sucesora de Estado Islámico con sede en Afganistán, sino también de Irán y sus apoderados en Oriente Próximo, incluidos Hezbollah y Hamas.
A finales del año pasado, la policía alemana lanzó redadas en todo el país contra Hamas y sus afiliados. Investigadores alemanes y holandeses detuvieron también a cuatro personas por recibir presuntamente la orden de Hamas de abrir un alijo secreto de armas y atacar objetivos judíos en Berlín y otros lugares de Europa Occidental.
Los fiscales alemanes afirmaron que Hamas había enterrado las armas bajo tierra en Europa hace años, pero que los sospechosos, todos ellos antiguos miembros de Hamas implicados en las operaciones del grupo en el extranjero, no revelaron dónde.
La alerta también se extiende a la financiación de estas organizaciones, con evidencias de un aumento en las contribuciones a grupos como Hamas y Hezbollah desde territorio europeo, especialmente después del ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre. Este flujo de fondos, junto con una campaña vigorosa en línea y la organización de protestas, ha permitido a estos grupos no solamente sobrevivir sino prosperar, desplegando nuevas estrategias para atentar contra objetivos en Europa.
Pantell, que desde convertirse en blanco de los terroristas iraníes en Suecia se ha trasladado a Israel, dijo que Europa ha experimentado una explosión de antisemitismo desde el 7 de octubre.
“Aquí vivimos con constantes alertas antiaéreas”, dijo, “pero no vamos a volver a Suecia porque en Israel nos sentimos más seguros incluso en un refugio antiaéreo”.