A Juan Orlando Hernández le tomó más de 16 años llegar al poder, lo mantuvo ocho años con dos mandatos en la presidencia, y a los 19 días de haberlo dejado fue capturado, extraditado y el 8 de marzo de 2024 fue declarado culpable por tres delitos de narcotráfico en la Corte de Nueva York.
JOH asumió la primera magistratura de Honduras el 27 de enero de 2014 a los 45 años, cuando su lema de campaña política era “combatir el crimen organizado”. Promesa que se vio empañada de rumores que poco después se convirtieron en una realidad.
A sólo meses de su gobierno comenzaron los rumores de los presuntos vínculos de su hermano Juan Antonio Hernández con el narcotráfico, señalamientos que se intensificaron en 2017, cuando salieron a relucir investigaciones de la DEA en los que se le señalaba de narcotraficante.
Los primeros señalamientos de JOH con el narcotráfico sucedieron durante el juicio de Fabio Lobo, cuando la Fiscalía de los Estados Unidos lo mencionó de forma indirecta como “Co-Conspirador 4 o CC4”.
Desde entonces y en reiteradas ocasiones, JOH se desmarcó de los rumores emprendiendo campañas contra el narcotráfico y asegurando que “Nadie está por encima de la ley y cada quien es responsable de sus actos”.
El 16 de diciembre JOH y su familia recibieron un duro golpe con el fallecimiento de su hermana Hilda Hernández y un día después, el Tribunal Electoral declaró ganador de unas cuestionadas elecciones a Juan Orlando y el 27 de enero de 2018 tomó posesión de la presidencia por cuatro años más, en el que su lema de campaña coincidió con el anterior “Lucharemos contra el narcotráfico”.