Las especulaciones sobre cuándo regresará Kate, princesa de Gales, a sus funciones reales oficiales continúan esta semana, después de que hayan surgido expectativas de una fuente poco probable: el Ejército británico.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido puso el martes a la venta en su página web las entradas para sus desfiles anuales Trooping the Colour.
Trooping the Colour es el espectáculo militar que cientos de personas realizan cada verano entre el Palacio de Buckingham y Horse Guards Parade.
En las entradas se anunciaron apariciones de Kate, de 42 años, y del rey Carlos III los días 8 y 15 de junio, respectivamente.
Esta confirmación de las posibles primeras apariciones públicas de los miembros de la realeza desde que sufrieron problemas de salud desató la alegría de los aficionados, seguida de una oleada de preocupación por el hecho de que la princesa tardara tanto en volver.
Pero parece que el Ejército no recibió el visto bueno del palacio de Kensington para la aparición de Kate.
El palacio, que se encarga de la agenda de la princesa, aún no había confirmado si esta pasaría revista a los Guardias Irlandeses. Este año, el regimiento presenta sus banderas y parece que el ejército se precipitó al suponer que Kate asistiría en calidad de coronel honoraria de los Guardias Irlandeses.
La incertidumbre persistió durante horas hasta que el martes por la noche se retiró la información de la página web del ejército. La asistencia del rey al acto del 15 de junio -conocido también como el desfile de cumpleaños del soberano- sigue figurando en el sitio web, donde el público puede participar en línea para conseguir entradas.
Ambos miembros de la realeza han suspendido temporalmente sus compromisos públicos. Kate estará de baja hasta después de Pascua, mientras que Carlos se ha retirado de las actividades públicas mientras recibe tratamiento contra el cáncer.
El rey continúa con sus responsabilidades constitucionales y fue fotografiado esta semana con el ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, en el Palacio de Buckingham antes de la declaración presupuestaria del Gobierno británico del miércoles.
En medio de una oleada de teorías conspirativas en las redes sociales, el Palacio de Kensington reiteró la semana pasada que había «dejado claro en enero los plazos de recuperación de la princesa» y «esa orientación se mantiene». Por separado, una fuente real había dicho a CNN que ella «sigue avanzando bien».
El público también tuvo el primer avistamiento de Kate desde su operación de enero después de que fuera vista en Windsor, a las afueras de Londres, esta semana.
La princesa fue vista con gafas de sol oscuras y sentada en el asiento delantero de copiloto de un vehículo conducido por su madre, Carole Middleton.
El palacio se enfrenta a una creciente presión pública para que comparta más información sobre la futura reina, pero se ha mantenido firme en su postura de proteger su intimidad. Para la familia, es una cuestión muy personal saber hasta qué punto deben renunciar a sus libertades individuales en aras del interés público.