La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pidió que se acepte la propuesta de un alto el fuego de seis semanas en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
«Dada la inmensa escala de sufrimiento en Gaza, debe haber un alto el fuego inmediato por al menos las próximas seis semanas, que es lo que está actualmente sobre la mesa», dijo Harris durante un discurso conmemorativo de una marcha por los derechos civiles en Selma, estado de Alabama (sureste).
El sábado, un alto funcionario estadounidense había declarado que Israel había aceptado en líneas generales el acuerdo, que supondría un cese de las hostilidades de seis semanas si Hamás acepta liberar a los rehenes más vulnerables que tiene en su poder.
«Esto sacará a los rehenes y permitirá la entrada de una cantidad significativa de ayuda», declaró Harris, que instó a Hamás a aceptar el acuerdo.
«Hamás asegura que quiere un alto el fuego. Bueno, hay un acuerdo sobre la mesa. Y como hemos dicho, Hamás tiene que aceptar ese acuerdo», agregó.
La vicepresidenta también soltó la crítica más dura hasta el momento contra Israel por parte de un alto cargo estadounidense, al pedir al gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que tome medidas para aumentar la ayuda a Gaza.
«El gobierno israelí debe hacer más para aumentar significativamente el flujo de ayuda. No hay excusas», dijo Harris.
Añadió que Israel «debe abrir nuevos pasos fronterizos» y «no debe imponer ninguna restricción innecesaria a la entrega de ayuda».
Harris pronunció su discurso al pie del puente Edmund Pettus, donde una marcha de cientos de activistas pacíficos fue violentamente reprimida por la policía el 7 de marzo de 1965.
El suceso, conocido como el Domingo Sangriento, catalizó aún más el apoyo a los derechos de los afroestadounidenses y contribuyó a que unos meses más tarde se aprobara la Ley del Derecho al Voto, una ley federal que prohibía la discriminación racial en el voto.
El ataque de Hamás del 7 de octubre causó la muerte de unas 1.160 personas en Israel, la mayoría civiles, según un portal de noticias, de acuerdo con datos oficiales israelíes, y se cree que unas 250 personas fueron tomadas como rehenes.
El ejército israelí afirma que 130 rehenes permanecen en Gaza, de los cuales se cree que 31 han muerto.
La respuesta militar de Israel se ha cobrado 30.410 muertos, la mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por el movimiento islamista.