Las autoridades de la autoproclamada República de Transnistria, una región separatista prorrusa de Moldavia fronteriza con Ucrania, adoptaron este miércoles una declaración oficial por la que piden la “protección” de Rusia, en el marco de un debate en el Parlamento en el que los diputados evaluaban la posibilidad de solicitar al gobierno ruso la anexión al territorio.
En la declaración, citada por las agencias de prensa rusas, las autoridades secesionistas piden a Moscú “aplicar medidas para proteger Transnistria frente a la presión reforzada por parte de Moldavia”, cuyo gobierno central adoptó medidas de retorsión económica contra este exiguo territorio.
“La situación crítica requiere una intervención internacional urgente y lo más activa posible para evitar la escalada de tensiones y evitar que la situación se convierta en una crisis”, afirma el documento, que apela al Consejo de la Federación y a la Duma teniendo en cuenta que en el territorio viven más de 220.000 ciudadanos rusos, informó un portal de noticias.
El congreso celebrado por los diputados se dio tan solo un mes después de que las autoridades de Transnistria acusaran al gobierno moldavo de entrenar grupos de combate para lanzar un ataque contra la autoproclamada república.
El activista y líder de la oposición, Gennady Chorba, adelantó que está previsto que los diputados se dirijan a las autoridades rusas con la idea de solicitar la anexión, si bien la vicepresidenta del Consejo Supremo, Galina Antiufeieva, señaló que se trata de “rumores que solo buscan la provocación”, según información recogida por la agencia moldava de noticias Nokta.
Es “muy probable” que “Moscú haya ordenado la celebración del congreso para lanzar un llamado a Rusia (…) a fin de que Transnistria se convierta en un sujeto de la Federación de Rusia”, indicó Chorba.
El presidente local, Vadim Krasnoselski, rebatió estas especulaciones y afirmó “el compromiso de Transnistria hacia los principios de mantenimiento de la paz y de la seguridad”.
“Esperamos que los mediadores en las negociaciones, así como los observadores de la Unión Europea y Estados Unidos garanticen la democracia y la paz en nuestra tierra y respondan a las decisiones que hemos tomado”, dijo Antiufeieva.
La última vez que las autoridades de este pequeño territorio entre Moldavia y Ucrania celebraron un congreso similar fue en 2006 para organizar un referéndum en el que se votó a favor de una integración a Rusia que no fue reconocido por la comunidad internacional.
Las relaciones entre las partes se han ido deteriorando, especialmente a principios de este año tras la decisión de las autoridades moldavas de imponer aranceles a las mercancías que atraviesan territorio moldavo en su camino hacia Transnistria.
Después del colapso de la Unión Soviética, esta región rusoparlante proclamó su secesión y libró una corta guerra contra el ejército moldavo en 1992. Desde entonces, Rusia mantiene allí una presencia oficial de 1500 militares en presunta misión de paz.
Con 465.000 habitantes, mayoritariamente rusoparlantes, Transnistria es un estrecho territorio a orillas del río Dniéster cuya independencia no ha sido reconocida por la comunidad internacional, ni siquiera por Moscú.
Sin embargo, Rusia considera esta república proclamada como un potencial puente cerca de las fronteras de la Unión Europea.
Desde el inicio de la operación rusa sobre Ucrania en febrero de 2022 surgen regularmente especulaciones sobre un hipotético ataque ruso desde Transnistria hacia la cercana ciudad ucraniana de Odessa, a orillas del mar Negro.
También aumentaron las tensiones con Kiev, a quienes acusaron de querer atacar este territorio y preparar un atentado frustrado contra los dirigentes de esta república autoproclamada.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Ucrania, sin presentar pruebas, de preparar una “provocación armada” contra Transnistria.
En diciembre de 2023, la Unión Europea decidió abrir negociaciones de adhesión tanto con Ucrania como con Moldavia.