Francia quiere ser siempre la capitana del barco, y eso incluye liderar un discurso por alarmante que sea. Este lunes el presidente galo, Emmanuel Macron, ha llamado a seguir apoyando a Ucrania y también a que Europa se prepare para un posible ataque de la Rusia de Vladimir Putin en los próximos años.
Lo ha dicho precisamente en una cumbre organizada en París junto a otros líderes europeos -entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- precisamente para reafirmar el respaldo a Kiev en un momento clave de la guerra.
Un informe publicado por el Banco Mundial, la Comisión Europea y el Gobierno ucraniano calculó la pasada semana que el coste de la reconstrucción del país asciende a unos 450.000 millones de euros, y tardará una década en completarse una vez que termine la guerra; aunque los esfuerzos para la recuperación ya se están dando con el conflicto en marcha.
Más en concreto, Kiev necesitará 15.000 millones de euros solo en 2024, de los cuales solo tiene garantizados 5.500 por sus socios internacionales. Las cuentas, por momentos, no salen, aunque la UE siga implicada en ese respaldo.
En ese escenario tan complejo Francia quiere liderar el mensaje de optimismo para Ucrania. Y es que, de momento, Volodimir Zelenski pide más armas y munición a sus aliados en un momento en el que Moscú avanza en el frente.