Un hombre de Colorado murió después de que lo mordiera un gran lagarto venenoso, llamado monstruo de Gila, que tenía ilegalmente como mascota, según las autoridades de la ciudad de Lakewood.
Christopher Ward, de 34 años, tenía dos de los reptiles y enfermó después de que uno de los animales lo mordiera en la mano, según muestra un informe de incidentes del Departamento de Policía de Lakewood (LPD, por sus siglas en inglés). Lakewood es un suburbio de Denver.
La novia de Ward llamó al 911 justo antes de la medianoche del 12 de febrero después de entrar en la habitación donde estaban los reptiles y encontrar que uno de ellos estaba «aferrado a la mano de Ward», escribió en el informe Leesha Crookston, agente de Control de Animales de la LPD. Ward comenzó inmediatamente a mostrar síntomas, vomitó varias veces antes de desmayarse, y su respiración se detuvo, según el informe.
La novia de Ward dijo a Crookston que su novia no sabía exactamente cómo ocurrió el incidente de la mordida porque ella estaba en otra habitación en ese momento, pero relató que escuchó a Ward decir algo que «no estaba bien», según el informe.
Ward fue trasladado a un hospital local, donde se le conectó a un respirador artificial y posteriormente fue «declarado con muerte cerebral», según el informe. Falleció el 16 de febrero, declaró este miércoles a CNN John Romero, agente de información pública de la Policía de Lakewood. No se reveló la causa de la muerte.
Crookston dijo a la novia de Ward que es ilegal tener monstruos de Gila en la ciudad de Lakewood, según el informe. Los lagartos fueron retirados de la casa de Ward la semana pasada por Crookston y funcionarios de Parques y Vida Silvestre de Colorado y del Departamento de Recursos Naturales.
Los funcionarios planean trasladar los lagartos a un parque de animales en Dakota del Sur, según el informe. 26 arañas de diferentes especies que Ward tenía en terrarios también fueron retiradas de la casa.
La novia de Ward dice que el lagarto que mordió a Ward se llamaba Winston y que Ward lo compró en una exposición de reptiles en Denver en octubre, cuando el animal tenía un año.